De promesa a realidad


Foto: LFP
Brais Méndez se ha impulsado en las últimas jornadas. El canterano solo necesitaba minutos para dar rienda suelta al talento que lleva dentro. Lo demostró el pasado martes ante el Barcelona, y lo ratificó ante el Valencia, con otro partido en el que demostró que cada vez está más adaptado al equipo y a la categoría. 

De aquel jugador que deslumbraba en el filial, pero al que le costaba un poco más con el primer equipo, hemos pasado a un Brais cargado de confianza y autoestima, que ha logrado encadenar varias titularidades consecutivas y se ha ganado a pulso todas y cada una de las oportunidades que le ha dado Juan Carlos Unzué, un entrenador muy importante en la trayectoria deportiva del mosense. 

No es sencillo dar el salto a una liga tan complicada como la española sin pagar un peaje, pero lo cierto es que Brais apenas ha tenido que pagar nada. Se le ve suelto, con confianza, conocedor de sus limitaciones y sus capacidades y seguro de que esta es su oportunidad y debe aprovecharla. El pasado sábado arrancó aplausos en Balaídos. Tiene mucho talento, y lo demuestra en cada partido, algo que el público agradece. Es otra de esas joyas sacadas de la cantera celeste, que sigue dando muestras de estar bastante viva. 

Brais está aquí. Dejó de ser promesa y se transformó en realidad. Tanto que incluso el equipo bailó en muchos momentos el ritmo que él marcaba. Se echó el equipo a la espalda, y asumió la responsabilidad ofensiva ante la ausencia de Iago Aspas, precisamente uno de sus grandes referentes. 

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