Vuelve el triángulo mágico


Foto: Óscar Vázquez
Después de estar ausente durante tres partidos, Juan Carlos Unzué recupera para el partido de esta tarde a Daniel Wass. El internacional danés es uno de los jugadores indiscutibles para el técnico navarro, y aunque puede tener días mejores y peores, Wass ofrece a Unzué cosas que ningún otro jugador en la plantilla le puede dar. 

El primero que agradecerá su regreso es Iago Aspas. El canterano ha repetido en múltiples ocasiones lo beneficioso que es para su juego Daniel Wass. Lo es especialmente desde que Unzué le ha dado mayor libertad a Aspas para acercarse a la posición de Maxi Gómez. Para ello es necesario un enorme sacrificio por parte de Wass, que a veces incluso le hace lucir menos, pero beneficia al equipo. 

Su intercambio de posiciones con Aspas es constante, y en su ausencia Unzué no ha encontrado a ningún jugador capaz de entenderse tan bien con Aspas, algo que ha sido clave para el juego del equipo. Por eso su regreso es una bendición para el equipo. Entendemos que al entrar en la convocatoria estará en plenitud de condiciones, y cuenta con muchas opciones de ser titular en San Mamés. Una tranquilidad para Aspas, y también para Hugo Mallo. Juntos forman un triángulo ofensivo que firmaría el mismísimo Phil Jackson. 

Con él en el terreno de juego no solo Aspas se beneficia, sino también Hugo Mallo, que ha mostrado un gran entendimiento con el danés durante los años que lleva en el Celta, pero especialmente este año. 

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