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| Foto: Elvira Urquijo |
Desde el regreso del Celta a la máxima categoría, los parones por los partidos de selecciones eran una pesadilla para los célticos. O mejor dicho, el siguiente partido al parón, en el que casi nunca podía puntuar, contando la gran mayoría de estos partidos por derrotas.
Este año la tendencia se ha revertido, y de hecho los resultados son incluso positivos. La maldición del parón parece haber cesado, o al menos ha dado una pequeña tregua. Este año se han producido tres parones más el que vivimos actualmente. En los anteriores el balance no es malo para el Celta, con un total de dos victorias y una derrota.
El primer parón fue tras la segunda jornada. El Celta llegaba a la tercera jornada con cero puntos en su casillero y derrotó al Alavés en Balaídos con un solitario gol de Maxi Gómez. En el siguiente parón llegaba la segunda victoria, en este caso ante la Unión Deportiva Las Palmas, por un claro 2-5.
El tercer parón de la temporada llegó justo antes del partido ante el Sevilla disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán. Aquel día tal vez merecieron más los de Unzué, pero ganaría el equipo entrenado por Berizzo (2-1). Ahora llega el cuarto, con el Athletic como rival y el estadio de San Mamés, en el que el Celta aún no ha podido vencer en partido de Liga.
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