El peor arbitraje en la historia de Balaídos

Foto: Eugenio Álvarez

El día 22 de noviembre de 1992 estaba marcado como el día en el que Diego Armando Maradona disputaría su último partido en Balaídos, pero aquel Sevilla con el mediático Bilardo en el banquillo, y jugadores como Suker o Simeone en el campo, además del propio Maradona, pasaría desapercibido cediendo su protagonismo de forma absoluta al colegiado del partido: Díaz Vega. 

El trencilla asturiano perpetró el peor arbitraje en la historia de Balaídos. Y tiene su mérito. A aquel Celta lo entrenaba Txetxu Rojo, y formó de inicio con Cañizares, Atilano, Otero, Juric, Patxi Salinas, Engonga, Ratkovic, Vicente, Salva, Salillas y Gudelj. En la segunda parte entrarían Gil y Aguirretxu. El Sevilla llegaba con jugadores que resuenan hoy en día. Juan Carlos Unzué era el portero, y junto al actual técnico del Celta jugaron Martagón, Del Campo, Diego, Conte, Bango, Marcos, Simeone, Rafa Paz, Maradona y Suker. 

Por el bando celeste hubo tres expulsados, pero el daño fue mucho más allá de ese encuentro, ya que las sanciones tras el mismo fueron significativos. Gudelj y Ratkovic serían sancionados con cinco partidos, cuatro Patxi Salinas, Juric tres, y también Villanueva, Otero, Salva, Engonga y Vicente serían sancionados, en este caso con un encuentro por cabeza. Estos jugadores fueron sancionados económicamente, junto con los otros ochos jugadores. Es decir, los 16 convocados recibieron una multa de mayor o menor cuantía. 

Ganó el Sevilla con goles de Bango y Maradona. Díaz Vega estropeó un bello espectáculo, ya que en el minuto el marcador ya señalaba el 1-2 final, después de que los sevillistas remontasen el tanto inicial de Vlado Gudelj en el minuto 3. Después ya poco se jugó, especialmente en la segunda parte, que fue bochornosa, con el colegiado internacional venido literalmente arriba. Además de las sanciones antes referidas, Balaídos sería clausurado por dos partidos, sanción que se cumpliría ante la Real Sociedad y Albacete, jugando el Celta sus partidos como local en Pasarón.