 |
| Foto: EFE |
El Celta no ha empezado con buen pie la temporada. Eso es innegable. Lo ideal no es perder los dos primeros partidos de Liga ni mucho menos, pero tampoco es el fin del mundo. El partido ante la Real Sociedad invita al optimismo, y aunque ayer ante el Betis el Celta no estuvo fino, se mantuvo vivo en el partido hasta el final ante un gran equipo apoyado en la grada por casi 50.000 almas.
Ninguno de los dos partidos era fácil, y tampoco se enfrentarán los de Unzué a muchos equipos mejores. De la Real Sociedad no hace falta explicar casi nada. Ayer goleó a un Villarreal que también cuenta con 0 puntos tras las dos primeras jornadas, aunque jugando los dos partidos fuera de casa, pero al que nadie colocaría como candidato al descenso. El equipo amarillo sigue siendo favorito para pelear por Europa a pesar de la mala imagen dada en estos dos encuentros.
Así que la tranquilidad debe reinar entre el celtismo, sobre todo porque eso nos dará la posibilidad de no perjudicar tanto al equipo. Quedan por delante 36 partidos. Todo un mundo. Demasiado tiempo para sacar conclusiones tras dos partidos, porque seguramente estas serían precipitadas y equivocadas.
Además hay que esperar que el paso del tiempo beneficie al equipo. Primero porque Unzué tendrá más tiempo para transmitir su mensaje a la plantilla, y el trabajo de Rafa Pol, el preparador físico del Celta, siempre ha ido in crescendo. Sus equipos suelen rendir a nivel físico mejor en las segundas vueltas que en las primeras, algo que se pudo comprobar en el Celta de Luis Enrique. Así que tratemos de ser optimistas. No hay nada perdido, pero es evidente que reforzar al equipo de forma conveniente no estaría de más para estar más cerca de los objetivos.
0 comentarios:
Publicar un comentario