La selección chilena sigue haciendo historia y ya se ha clasificado para las semifinales donde se encontrará con Portugal, que accedió a esta competición tras ganar la Eurocopa del año pasado en Francia, imponiéndose en la gran final al equipo organizador. Los portugueses tendrán ahora un hueso muy duro de roer con la selección chilena, cuya sala de máquinas está compuesta por dos jugadores del Celta.
Pizzi probó la dupla en alguna ocasión, y aunque no le ha dado continuidad absoluta, sí que ha probado en varias ocasiones a los dos jugadores del Celta en el equipo inicial, o jugando bastantes minutos durante el partido. Marcelo Díaz está llevando a cabo una excepcional Copa Confederaciones, al igual que Pablo Hernández. En ambos casos su rendimiento está fuera de toda duda, formando una pareja muy interesante en la medular chilena.
No es algo nuevo para ellos, ya que en el Celta han formado pareja también en la medular, cuando Pablo Hernández actuaba como interior o segundo mediocentro, ayudando a su compañero en las labores de destrucción y salida de balón. Es un mediocampo muy creativo, con mucha calidad, aunque defensivamente menos potente que otros, pero Díaz, que físicamente sufría bastante en el Celta de Berizzo, tiene mucha calidad y eso le sirve para destacar con su selección, además de una gran capacidad para posicionarse bien.
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