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| Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images |
Andrew Hjulsager tuvo su segunda oportunidad como titular ayer ante el Granada. El extremo danés volvió a dejar la sensación de que tiene muchas cosas que demostrar. Procedente del Bröndby, llegó este enero como una clara apuesta de futuro por parte del Celta, que pagó aproximadamente 1 millón de euros por un futbolista del que espera sacar un rendimiento a medio y largo plazo. Una apuesta similar a otras que ha realizado en los últimos tiempos, y que no siempre salen.
El nuevo jugador del Celta no es un desconocido en su país, ya que tiene una carrera relativamente amplia, si atendemos a su edad, en uno de los grandes del país. Pero La Liga es otra cosa, y también este Celta con un estilo que requiere un proceso de adaptación salvo que seas Jozabed. El suyo lo tendrá, pero la idea es que empiece a ofrecer un rendimiento óptimo a partir de la próxima temporada, con la premisa de que realice la pretemporada junto al resto de sus compañeros, y vaya adaptándose al entramado táctico de Berizzo, si es que el argentino continúa al frente del banquillo céltico.
El partido de ayer no fue nada de otro mundo. Más bien al revés. El danés estuvo muy solo en la banda. Recibía el balón en soledad, sin apoyo de sus compañeros. Aún le cuesta entender los automatismos del equipo, pero eso es algo que no debe preocupar, ya que solo se necesitan partidos y muchos entrenamientos. Todos los jugadores lo han ido captando y él no será menos. En cuanto que supere este pequeño escollo podremos ver al mejor Hjulsager.
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