Deportivo 0 - Celta 1 [El Rey sigue en el sur]


Foto: LFP
El Celta se impuso al Deportivo en Riazor, confirmándose como el mejor equipo de Galicia ante el eterno rival. No hubo mucho fútbol. Por parte del Celta porque acusó el cansancio, y por parte del Deportivo porque la táctica de Mel, que sabía muy bien como derrotar al bielsismo, era esperar y buscar algún gol a la contra. 

Berizzo apostó por el mismo equipo que jugó en Krasnodar con dos pequeñas variantes, dando entrada a Roncaglia en el eje de la zaga, en lugar de Fontàs, y a Bongonda por Sisto. En los primeros minutos fue el Celta quien tuvo más un balón que al Deportivo no le interesaba. A los 9 minutos contratiempo para los vigueses con la lesión de Guidetti, que tuvo una buena ocasión, pero en la anticipación de Borges, se llevó un duro golpe en su rodilla que le mandó al vestuario. Veremos las consecuencias. 

El lugar del sueco lo ocupó Beauvue, que se intercambió constantemente su posición con Aspas en la banda derecha. En la primera mitad el equipo vigués gozó de alguna que otra ocasión interesante, una en un cabezazo de Cabral que atrapa bien Lux, y la más clara en una contra llevada por Wass que no acaba de resolver bien el danés. Esa acción llegó justo después de unos minutos de dominio coruñés, aunque sin excesivo peligroso.

En la reanudación no cambió demasiado el decorado. Los primeros minutos fueron de tanteo, con un susto inicial tras una pérdida de Roncaglia que no aprovechó el Deportivo. Sergio estuvo fantástico, repeliendo el disparo inicial de Borges, y Joselu se hizo un lío. 

Esos primeros minutos, como decía, fueron bastante aburridos. La lucha era interesante en el centro del campo, pero no había demasiado juego en las áreas. Con el paso de los minutos, el Celta parecía ser el equipo que había descansado toda la semana, y el Deportivo el que había jugado en Krasnodar menos de 72 horas antes. El equipo de Berizzo fue creciendo, avanzó en la presión y comenzó a tener el balón cada vez más cerca de la meta de Lux. 

Berizzo decidió añadir un poco de picante al partido con la entrada de Pione Sisto, en lugar de un desacertado Bongonda. El belga apenas tuvo incidencia en el juego ofensivo, pero la presencia de Sisto en el extremo era un dolor de cabeza para la zaga local. 

En el 74 llegó el gol de la victoria. Beauvue recibió el balón en el costado derecho, y puso un gran centro que Iago Aspas remató al fondo de las mallas con elegancia. El moañés vive una temporada fantástica y sumó su vigésimo primer gol en lo que va de curso. Este con un valor importante al significar la victoria en la cancha del eterno rival. 

El gol decantó definitivamente el partido. El Deportivo se reconoció impotente, agachó la cabeza y bajó los brazos. Iago Aspas había hablado. El rey sigue en el sur. Nada nuevo. 

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