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| Foto: Jorge Landín |
Luis Enrique abrió la veda ayer cuando aseguró que el club catalán no descarta fichar a algún futbolista para cubrir la vacante que deja la lesión de Aleix Vidal. El Barcelona busca un lateral en el mercado, que tiene que ser o bien un jugador en paro, o bien un futbolista que milite actualmente en Primera División.
Tras las declaraciones del técnico asturiano es inevitable mirar a Matamá, que tiene entre sus habitantes a uno de los laterales con mayor proyección del fútbol español. El canterano tiene actualmente una cláusula de rescisión de 14 millones de euros, y el Celta no podría fichar para sustituirlo, por lo que su traspaso está descartado.
El Barcelona tendría que pagar su cláusula de rescisión, y contar con la colaboración del futbolista, que aunque siempre insiste en que marcharse del Celta es una opción que no descarta, entendemos que no sería capaz de marcharse en mitad de la temporada, y dejando a su equipo de toda la vida sin margen de maniobra. Así pues, esa opción debería estar descartada en Can Barça, que tal vez busque alternativas, aunque pocas convencerán tanto a Luis Enrique, el que hizo titular a Jonny en Primera División, por el lateral izquierdo, donde aún juega hoy en día.
Su nombre se ha vinculado en el pasado más o menos reciente con el club catalán, así que parece que Luis Enrique lo tiene en consideración. Lo conoce bien, y sabe de su profesionalidad, y aunque el canterano no ha vivido un buen año 2016, parece que este año se ha reencontrado con su mejor versión, o al menos se acerca a ella. Su salida del Celta, antes o después, está casi cantada, si atendemos a su proyección y sus declaraciones, pero salir ahora sería imperdonable.
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