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| Foto: Atlántico Diario |
Sergio Álvarez vive el mejor momento de la temporada a nivel personal, justo en uno de los momentos más trascendentes de la misma. El de Catoira perdió la titularidad en favor de Rubén Blanco, pero le ha venido bien su paso por el banquillo, ya que ha regresado en un gran estado de forma. Sin la presión de mantener la titularidad, y olvidadas algunas actuaciones de comienzos de curso, Sergio está demostrando que es un portero fiable en los últimos partidos, tanto en la Liga como en la Copa.
Ya desde el partido de Copa ante el UCAM, antes de las vacaciones navideñas, demostró su buen momento de forma. Aquel fue un partido infame, en el que el Celta sin hacer nada logró la victoria ante un equipo que hizo menos, pero que en la recta final pudo meter en un aprieto a los de Berizzo de no ser por las intervenciones del de Catoira.
Cumplió sobradamente en la siguiente eliminatoria ante el Valencia, con muy buenas actuaciones tanto en Valencia como en Vigo, y sobre todo destacó por la seguridad que ofreció en el Bernabéu. Sin olvidarnos evidentemente de lo hecho el domingo en Anoeta, donde salvó un mano a mano con Vela, de los que el mexicano no suele fallar, y salvó con una mano salvadora un centro de Oyarzábal desde el pearfil izquierdo del área celeste.
Buenos partidos para un Sergio que parece haberse recuperado tras un inicio de año marcado por las dudas. Tantas que Rubén Blanco le birló la titularidad, pero una nueva lesión del de Mos le está permitiendo a Sergio volver a demostrar que puede defender el puesto de titular.
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