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Foto: Getty Images |
Finalmente la cantidad será sensiblemente inferior, y apenas llegarán al centenar los aficionados griegos que se desplacen a Vigo. La distancia, y tal vez la mala comunicación aérea con la ciudad pueden ser alguno de los motivos de esta baja afluencia, aunque en ocasiones precedentes no había sido impedimento para que los clubes rivales llegasen a Balaídos muy bien acompañados por sus aficionados.
Los aficionados visitantes serán ubicados en uno de los laterales de Río, en una zona acotada y sin contacto con los aficionados locales, por lo que se espera una noche tranquila en el regreso europeo del Celta como equipo local.
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