Michu habla de su frustrado traspaso al Sporting cuando jugaba en el Celta


Michu ha dado un cambio radical a su carrera deportiva tras fichar por el Langreo, con quien juega en el grupo asturiano de Tercera División. El ex jugador del Celta es un futbolista peculiar, siempre ha tenido un carácter especial, y ha sido lo suficientemente honrado como para regresar a sus orígenes después de tener serios problemas físicos en el Nápoles y en el Swansea. 

El futbolista asturiano militó en el Celta entre 2007 y 2011. Llegó para jugar en el filial, y tras media temporada subió al primer equipo de la mano de Antonio López. En el Celta alternó suplencia con titularidad, pero su talento era indiscutible. Su último partido con la camiseta celeste está marcado por la tragedia de un penalti fallado en la tanda de penaltis que eliminaba al Celta de la pugna por el ascenso a la máxima categoría. 

Terminaba contrato aquel 30 de junio y al no alcanzar un acuerdo con el Celta, se marchó al Rayo Vallecano, que sí había logrado el ascenso aquel  mismo año. Pero antes se pudo marchar, ya que en el mes de enero de 2010 el Sporting de Gijón apostó muy fuerte por él, y el Celta, acuciado por las deudas, necesitaba vender. Durante varias semanas se habló de su posible fichaje por el cuadro rojiblanco, que supondría fichar por el eterno rival del club de su corazón. 

Michu es del Real Oviedo. Se formó en el conjunto carbayón y era y es reconocido seguidor. En Oviedo los rumores sobre su posible fichaje por el Sporting no sentaron nada bien, llegando a recibir alguna amenaza desde su ciudad natal, según informaron algunos medios asturianos por entonces. En Gijón tampoco hacía mucha gracia por su pasado ovetense. 

Entonces no habló mucho de ese asunto, pero ahora, seis años después, contó a Asturias 24 los pormenores de aquellas negociaciones: “Yo soy del Oviedo y no lo he ocultado nunca. Siempre me moví por sensaciones y está claro que hubo una opción real. Me llamó directamente Manolo Preciado y me dijo que contaba conmigo para jugar en Primera, pero es que era imposible jugar allí. Yo soy del Oviedo. Casi todo lo que soy como jugador de fútbol se lo debo al club”, manifestó. 

Lo cierto es que durante aquella etapa el jugador sufrió muchas presiones para aceptar la oferta, la primera desde el Celta, y muchas otras para rechazarla. Finalmente pudo el corazón sobre la cabeza, y Michu rechazó la oferta quedándose en el Celta. Un año y medio después dejaría el Celta gratis. 

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