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| Foto: Quique García |
Normalmente los seguidores locales, sean del equipo que sean, van simplemente a ver a los jugadores de su equipo y escasas veces se fijan en los futbolistas del equipo rival. Si además se trata de aficionados de equipos grandes, casi ni se fijan en el nombre o la camiseta del equipo rival. Pero siempre hay excepciones, dependiendo de quien sea el que esté abajo o de cual sea su comportamiento.
Así pues, es posible que si hiciésemos una encuesta entre los asistentes al Camp Nou dificilmente serían capaces de nombrar a cinco jugadores del Celta, pero seguro que todos pronunciarían el de John Guidetti, el futbolista más destacado del equipo a ojos de un aficionado extraño. Ël sueco forzó el penalti, y lo materializó en gol, realizando un gesto hacia la grada llevándose las manos a las orejas.
El público no olvidó el gesto y le despidió con una sonora bronca, como pocas veces fue despedido un jugador del Celta del estadio azulgrana. Mascherano respiró tranquilo y seguro que también Luis Enrique, ya que el atacante céltico fue una auténtico incordio para la zaga barcelonista, a la que superó en muchas ocasiones. Forzó el penalti de Alba, y también una mano de Piqué que Hernández Hernández no quiso ver. Además estuvo presente en casi todas las ocasiones de peligro del Celta demostrando que no es casualidad el buen rendimiento que ha dado desde que ha empezado este 2016. En Barcelona se han quedado con su cara.
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