Al equipo de Berizzo sí que le ha llegado el bajón, con 4 puntos logrados en los ocho últimos partidos jugados. El técnico argentino reconoció ayer que la Copa les había distraído y habían perdido puntos en la Liga por ello, pero ya eliminados de la competición del k.o, toca centrase exclusivamente en una competición que puede dar el pase a Europa si el equipo acaba entre los siete primeros.
No será fácil, y la primera piedra en el camino es la de esta noche. El Eibar ha ganado en sus últimas cuatro visitas a Balaídos y Mendilíbar tiene claro que el primero que marque puede llevarse la victoria. El objetivo es lograr un gol, no necesariamente tempranero, y a partir de ahí esperar a que el Celta se abra para matarlo a la contra. Contra eso, el antídoto es ser efectivo en las primeras ocasiones del partido, y saber cerrarlo cuando sea preciso.
A diferencia del Eibar, el Celta no es tan experto durmiendo partidos y jugando con ventajas en el marcador, así que el encuentro promete emociones fuertes para un espectador neutral.
La gran esperanza céltica es Nolito, que regresa tras más de dos meses de ausencias, y cuya duda será saber si estará en el once inicial, o bien saldrá en la segunda mitad para marcar diferencias estando fresco. Sea como fuere, Balaídos echa de menos al que probablemente sea el jugador más desequilibrante el equipo, el más capaz de marcar diferencias y el que tiene las llaves del tren que llevará al Celta a Europa.
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