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| Foto: LFP |
Finalmente, Berizzo optó por Aspas como titular arriba en Almería, dejando a Guidetti en el banquillo. La decisión del técnico celeste no pudo ser más acertada. El de Moaña demostró la enorme calidad que atesora y brilló con luz propia con dos goles extraordinarios en la primera mitad. El delantero no marcaba desde su doblete en Anoeta hace un mes, pero ya fue decisivo el pasado sábado en sus 11 minutos frente al Sporting.
A Iago Aspas se le da bien la Copa del Rey. El año pasado fue el máximo goleador de esta competición, igualado a goles con Neymar. Le marcó seis al Sabadell en la elminatoria de dieciseiasvos, alguno de bellísima factura. Anoche también demostró su capacidad para marcar en Copa y para hacerlo tirando de calidad.
Dos pases de Pablo Hernández resueltos de manera muy diferente. Contundente el primero, con un balonazo que entró en la meta contraria besando el travesaño, y con la sutileza de una pequeña cuchara con la que superar a Julián Cuesta para poner el 0-2. No fueron las únicas ocasiones de gol, ya que nada más comenzar el partido mostró su hambre llegando muy forzado a un buen pase de Señé. Era el aviso. Lo demás ya no fueron avisos. Para el Almería era demasiado tarde.
El moañés arranca en esta competición con la misma fortaleza con la que se paseó el año pasado en las filas del Sevilla. Le ayudará que el Celta llegue lejos. De momento hoy ha dado un paso muy importante para alcanzar los octavos de final. No es concluyente, como diría Berizzo, pero si le acerca mucho a su objetivo.
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