Un equipo ganador

Foto: Juan Herrero

Comentaba ayer Antonio Pinilla, comentarista de TVE, tras el empate de Aspas, que esperaba que ninguno de los dos equipos se conformase con el empate para seguir viendo un encuentro bonito. Es evidente que la Real Sociedad no podría hacerlo, porque jugaba en casa y aún no ha logrado vencer delante de su afición, pero si Pinilla esperaba que el Celta se echase atrás sin tener la victoria en el bolsillo es que se ha fijado muy poquito en los encuentros que ha comentado al Celta. 

Y han sido unos cuantos. Tanto en casa como fuera. A este equipo no le vale el empate, ni en la peor de las circunstancias. Da igual como se haya desarrollado el partido, si está en superioridad o inferioridad numérica. La X no se contempla jamás. Este equipo es de otra pasta, y lo ha venido demostrando en los últimos meses. Ya con Luis Enrique, pero sobre todo tras la llegada de Berizzo al banquillo céltico. Es un equipo ganador. 

El auténtico mérito de Berizzo es el de convertir a un equipo timorato en ciertos momentos, en una escuadra capaz de superar cualquier adversidad buscando, y muchas veces encontrando, la victoria. Sabe sufrir con el marcador a favor, y sabe remar en contra con la victoria en el casillero entre ceja y ceja. 

Ayer fue otra buena muestra. El resultado al descanso no era el mejor. El Celta, a pesar de la modestia de Berizzo en sala de prensa, no merecía ir por debajo en el marcador, pero eso no fue óbice para que los vigueses saltaron al terreno de juego con la moral intacta, sabedores de que la remontada era posible. Luego esta puede llegar o no, como sucedió ante el Madrid, pero la sensación de equipo ganador es imborrable. E impagable. Se suele decir que los que no ganan títulos son ganadores, pero este equipo, con todas las limitaciones económicas que le impedirán luchar por ellos, es indiscutiblemente un equipo ganador.