Una de las grandes ilusiones del celtismo, que comparte su presidente Carlos Mouriño, es la de volver a ver a Rafinha con la camiseta del Celta. El hijo de Mazinho, una leyenda céltica, jugó en el Celta en la Temporada 2013-14, cedido por el Barcelona, que ahora ha decidido renovar a su joven promesa hasta el año 2020, poniéndole una prohibitiva cláusula de rescisión de 75 millones de euros.
El Presidente céltico nunca ocultó su deseo de “repatriar” a Rafinha, o a otros futbolistas como Denis Suárez, pero la operación siempre pareció realmente compleja en términos económicos. A pesar de que la temporada pasada no contó mucho, el futbolista brasileño tiene plena confianza por parte de su entrenador, Luis Enrique, el mismo que lo entrenó en su etapa viguesa.
Recientemente sufrió una lesión que le mantendrá en el dique seco durante los próximos meses, pero ello no fue óbice para que la directiva catalana le ofreciese una renovación de la que se venía hablando en las últimas semanas y que se terminó de rubricar esta semana. El futbolista, que ha logrado ser internacional con la selección brasileña, sigue trabajando en la recuperación de su lesión, que se espera llegue al final de la temporada.
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