La LFP culpa a la afición del Celta de los cánticos ofensivos proferidos por los Riazor Blues

Foto: LFP

Era previsible, pero la Liga ha denunciado cánticos ofensivos entre las aficiones del Deportivo y del Celta en el derbi disputado el pasado sábado en Riazor, aunque como se puede leer en el último punto, la LFP disculpa a los deportivistas, y acusa a los aficionados celestes de provocarlos, como si el “vigo no” se les hubiese ocurrido el sábado en respuesta a los insultos de los celestes. 

En el minuto 16, durante el transcurso del juego en un saque de banda a favor del equipo local, unos 400 aficionados visitantes ubicados en la zona destinada para la afición visitante, denominada sector de Preferencia Lateral Superior cantaron, de forma coral y coordinada, durante aproximadamente 10 segundos, "PUTA CORUÑA, Y PUTA RIAZOR", aunque el cántico quedó eclipsado rápidamente por las protestas del resto del público local en forma de pitido.
En el minuto 64, durante el transcurso del juego, unos 700 aficionados locales situados tras una pancarta con la inscripción "Riazor Blues", ubicados tras la portería en el sector inferior del Fondo Marathón cantaron, de forma coral y coordinada, durante aproximadamente 10 segundos, "vigo no, vigo no, vigo no, hijo de puta, vigo no", no siendo secundado por el resto de los aficionados.
En el minuto 77, durante el transcurso del juego y tras un choque entre dos jugadores rivales en el que ambos caen al suelo cerca de la banda, desde la misma zona anteriormente mencionada y formada por unos 700 aficionados locales situados tras una pancarta con la inscripción "Riazor Blues", ubicados tras la portería en el sector inferior del Fondo Marathón cantaron, de forma coral y coordinada durante aproximadamente 15 segundos "PUTA VIGO, Y PUTA BALAÍDOS", cántico que es secundado por aficionados de otros sectores contiguos a la zona del inicio de los cánticos.
Se significa que estos cánticos referenciados en los puntos 2) y 3) antes significados pudieron haberse realizado en respuesta a la provocación que pudo suponer el cántico denunciado en el punto 1), proferido por la afición visitante contra la local.