Sobrehumano


Foto: AFP
El Celta tropezó ayer con un enemigo de enjundia. De toda la pléyade de estrellas que presentó el Madrid en el maltrecho césped de Balaídos, uno de los más modestos vestía de verde y reside habitualmente en las áreas de Primera División, debajo de las porterías. Se llama Keylor, es costarricense, y su perfil no corresponde para nada al de un jugador del Real Madrid. 

El guardameta ya había visitado Balaídos con el Albacete y con el Levante, dos modestos equipos con los que había claudicado ante el empuje céltico. Sin embargo ayer lo hacía en el lujoso Real Madrid, un equipo con 600 millones de presupuesto que lo fía casi todo a la inspiración de su portero. El mismo al que este mismo verano hubiesen dado boleto si el fax del Manchester hubiese llegado a tiempo para inscribir a De Gea. 

Cosas del madridismo, que se hubieran perdido a un guardameta que ayer lo paró todo. Todo salvo el disparo de Nolito, para el que aún no ha nacido portero capaz de atraparlo. El resto, lo parable y lo imparable, acabó en las garras de Navas, una de las primeras personas con la habilidad de volar, y la increíble capacidad telepática de anticiparse a lo que piensan sus rivales. Y siendo alguien tan normal, uno no puede dejar de alegrarse de su éxito, aunque sería un detalle que lo hubiese aplazado hasta el próximo fin de semana. 

0 comments:

Publicar un comentario