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Foto: Miguel Vidal |
Celta y Real Madrid saltarán mañana al césped de Balaídos con las ideas muy claras, aunque muy alejadas en lo conceptual y en lo estético. Mientras el Real Madrid basa su estilo de juego en una defensa inexpugnable, que ha encajado muy pocos goles esta temporada y que se muestra extremadamente segura, el Celta lo fía todo a la fantasía de su tridente ofensivo.
Un choque de estilos que además choca con el patrón históricamente establecido, que situaría al equipo rico como el imaginativo en ataque, y al pobre como el sólido y aplicado en defensa. La llegada de Rafa Benítez ha dotado a su equipo de un alma de equipo pequeño, que le convierte en uno de los más seguros del continente del centro del campo hacia atrás.
Además a esa eficacia defensiva une una pegada descomunal, con algunos de los mejores delanteros del mundo en sus filas, por lo que es fácil pensar que un contragolpe del Real Madrid llevará mucho más peligro que el de cualquier otro equipo. De momento, el sistema está dando resultados, ya que los blancos aún no han perdido y suman 18 puntos, los mismos que el Celta.
El equipo de Berizzo representa todo lo contrario. En defensa concede más, porque juega mucho más alegre, pero sus hombres de ataque se entienden a la perfección, y la presión alta que ejerce sobre su rival cuando no tiene la posesión, suele darle muy buenos beneficios. El estilo es totalmente ofensivo, buscando siempre la portería contraria, incluso a costa de perjudicar a su guardameta. Pero esos pequeños errores que otros equipos no penalizan, serán duramente castigados por el Real Madrid si tiene la ocasión de hacerlo.
Así pues este encuentro será un choque de estilos. Entre la solidez defensiva del Madrid y la fantasía ofensiva del Celta. A ver si ganan los que más se divierten.
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