Nuestras cositas


SALVADOR SAS

Al pellizco le acompaña el dolor. No, no es un sueño. Frotarse los ojos tampoco funciona. Ni el café, ni un chorro de agua en la cara. Pura vigilia. Bendita vigilia. El Celta acaba de honrar al fútbol. Palabra de su entrenador. Una oda al balompié de 90 minutos con final feliz para los corazones celestes. Un partido para una vida, para guardar en la hemeroteca y acudir a él cuando plazca. Recital y goleada a un campeón de Europa, al vigente ganador de la Champions. Cuesta explicarlo en palabras. No habrá título que lo recuerde, pero sí memoria que lo incluya en el palmarés. Balaídos recupera sus noches mágicas, aquellas en las que los reyes del viejo continente hincaban la rodilla sobre el césped mojado. Anoche no llovió. O sí. Tormenta de fútbol.

Nolito, Aspas y Orellana. No son la MSN, pero "tienen sus cositas". Igual que la pandilla que los acompaña por detrás. No es el mejor equipo del mundo, pero sí son capaces de arrasar a la mejor escuadra del planeta. Quedarse con uno es tan difícil como injusto. Valorar el arte de Nolito y la habilidad de contagiar su fútbol a la gente es imposible. Sonríe y hace sonreír con maravillas como el primer gol. Igual que Iago Aspas, cuya capacidad de empatía es descomunal. El chico de la calle, de Moaña, que hace lo que todos quisieron hacer algún día: marcar en Balaídos. Convirtió dos, cada cual mejor, desterrando de un plumazo dos años de sabor amargo como forastero. Con ellos Orellana, eléctrico y vertical. Un diablo chileno con fútbol de poesía. Es una bendición que los tres se hayan juntado en Vigo. 

Como también que Berizzo un día pusiese a Augusto Fernández en el mediocentro. Ha sido su gran éxito hasta el momento. Le ha encontrado el lugar perfecto para vaciar todo el fútbol que lleva dentro. En gotas de garra y calidad a partes iguales. Un lujo para el Celta tener a un capitán como él. Un ancla acompañado de los dos grandes aciertos de Torrecilla. Wass ya ha conquistado a Balaídos, que trata poco a poco de olvidar a Krohn-Dehli. No juega como su compatriota, pero el cambio no disgusta a la grada. Como tampoco que Radoja encuentre acomodo en este once. El serbio refrescó la memoria a una afición que no lo veía desde febrero. No se le ha olvidado jugar a este chico.

Tiene un mérito enorme, al igual que Sergi Gómez. Ambos vienen de la nada para enfrentarse al todo. Han pasado el examen con nota. El catalán ya no cumple, sobresale. Su partido merece la confianza del entrenador y una titularidad por la que ha sabido esperar. Luis Suárez no se olvidará ni de él ni de Cabral. Ni Neymar de Hugo Mallo, ni Messi de Jonny. Ni todos de Sergio. Marín, Vigo y Catoira no traerán buenos recuerdos a la MSN. 

La rúbrica corrió a cargo del hombre por el que la hinchada suspira. Un delantero de origen sueco, apellido italiano e infancia africana. Un chico que ha caído de pie entre la gente y que anoche anotó su primer gol. Guidetti ya festeja. Sigue a la espera en la recámara, pero en Eibar tendrá su recompensa.

Es curioso como el Celta ha necesitado jugar contra el campeón de la Uefa y de la Champions para exhibir su potencial y regalar una noche para la memoria. Y todo sin necesidad de soñar. Bendita vigilia. Ojalá sirva para convencer de una vez por todas a aquellos vigueses y gallegos que buscan los trofeos en la Meseta o el Mediterráneo, de que no hay mayor título que el orgullo de ser representado tan hermosamente por el equipo de tu tierra. No somos los mejores, pero como diría Nolito: "tenemos nuestras cositas".

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