Los colegiados de Primera División han demostrado su buena forma físico ayer en Las Rozas, después de que los 17 trencillas que se presentaron a las pruebas físicas de la Real Federación Española de Fútbol las hayan superado sin mayor complicación. Tres fueron las ausencias, en las figuras de Estrada Fernández, Clos Gómez y Undiano Mallenco, que tenían compromisos internacionales esta semana.
En el caso de Mateu Lahoz, que será el árbitro que represente a sus colegas españoles en el Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda, tuvo que pasar unas pruebas adicionales solicitadas por la FIFA. El que sí falló fue Aboy Rivas, un asistente, el único que no superó dichas pruebas físicas a causa de una lesión que no reviste gravedad.
Los árbitros españoles muestran una gran forma física. Nada que ver con los colegiados de los años ochenta o incluso noventa, donde era habitual ver a más de un trencilla pasado de kilos y moviéndose hasta con dificultad en un terreno de juego. Sin embargo, esta mejoría física no necesariamente implica mejoras en el criterio a la hora de dirigir un partido. Algo que ha sufrido el Celta en muchos partidos a lo largo de los últimos años
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