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Adrián Rodríguez, con la celeste en México (izquierda), y Pablo Sepúlveda, ayer en París |
Las buenas sensaciones del inicio liguero del Celta contagian a los aficionados en la diáspora
El buen arranque liguero del Celta también genera expectativas a miles de kilómetros de distancia. Son muchos los aficionados que, por diversas circunstancias, siguen al equipo desde diferentes puntos del globo terráqueo y que están disfrutando en la lejanía de ver a los suyos en la zona alta de la tabla y sin el sufrimiento de cursos pasados. A base de buenos resultados, la morriña que les produce el no poder vivirlo en Balaídos y junto a su gente se hace más llevadera.
«Yo veo al equipo muy bien. Creo que plantilla y cuerpo técnico siguen hablado de permanencia por precaución, pero tras lo visto en estas seis jornadas, considero que el Celta es un serio aspirante a meterse en la Europa League como mínimo», cuenta desde Nijmegen Pablo Veiga, de 26 años y residente en Holanda desde hace casi dos. Admite que «celebrar tú solo los goles se hace duro», pero la cuestión es que haya resultados que festejar «aunque por la tele no sea lo mismo».
Disfrutando del fútbol de salón
Raquel Hevia, celtista de 27 años, trabaja desde hace unos meses en Dublín y presume de «llevar el celtismo por bandera» allá donde vaya. En cuanto a las perspectivas de futuro para el equipo, se muestra precavida. «Este Celta ilusiona, lo veo muy bien por primera vez en mucho tiempo y es difícil pensar a quién dejas en el banquillo. Pero la permanencia debe seguir siendo el objetivo número uno», analiza. Espera que se consiga a base de «fútbol de salón, como hasta ahora». «Hay que corregir errores en defensa y dosificar la energía, pero es muy bonito el juego que se hace y el peligro que se crea arriba. Nos hace disfrutar a los aficionados».
Un experto en seguir al Celta desde la distancia es Adrián Rodríguez, de 31 años, blogger de molaviajar.com. Ha llevado los colores del equipo por China, India, Tailandia, Australia o México, por citar algunos países, y ahora se encuentra en Japón. «Se vive fatal el celtismo a tantos kilómetros, pero me las apaño para seguir prácticamente todos los partidos y viendo jugar al Celta en este inicio de temporada, creo que tenemos que clasificarnos para Europa», opina. Califica de «impresionante» el rendimiento que ha ofrecido por ahora el conjunto de Berizzo y no le cabe duda de que «este año no va a haber sufrimiento».
Residente en Nueva York desde el 2005, Dani Clemente, de 37 años, asegura que como mucho se habrá perdido diez partidos en directo en este tiempo. Ninguno de esta temporada. «Se está viendo una continuación del trabajo de Luis Enrique, con más presión arriba, más agresividad y algo más de compenetración entre los jugadores», desgrana Dani. Ve en los cambios y las rotaciones el punto débil del Toto, pero no duda de que «se conseguirán pronto los 42 puntos». «Si es así, espero que les pueda dar muchos minutos a canteranos como Rubén, Madinda, Santi Mina, Borja, e incluso subir alguno mas del B para que vayan adquiriendo experiencia». Pide, asimismo, que «no se tire la Copa del Rey», pues opina que el equipo podría «llegar lejos» en esta competición.
Carlos Fernández Costa (24 años) solo lleva un mes residiendo en Múnich, donde realiza su proyecto de fin de carrera con una beca Erasmus. «Vivo en una residencia con españoles y para nosotros cada semana hay un pequeño derbi», comenta. Esos pequeños, como el grande contra el Deportivo, los vivió con la celeste puesta y disfrutando del fútbol del equipo. «Me gusta la filosofía del Toto y creo que está sabiendo mantener lo bueno de los últimos años, del trabajo de Herrera y Luis Enrique», añade.
No le sorprendería que el equipo mejore la posición de la pasada campaña, aunque señala aspectos que cabe corregir. «Tenemos una plantilla joven y con ganas de la que espero mucho. Necesitan ganar solidez a balón parado y cerrar los partidos cuando vamos ganando de un gol, pero confío en que Berizzo lo solucionará». Como bazas ve a los futbolistas del centro del campo, que «hacen que el grupo mejore mucho, sobre todo los fichajes de Radoja y Tucu Hernández».
Mucho camino por delante
Pablo Sepúlveda, de 23 años, vive el celtismo desde hace uno en París «con la misma intensidad y pasión que cuando estaba en Vigo», aunque ahora le toca pelear por no desesperarse cuando se corta la señal de Internet -«siempre en el momento más emocionante»-. «Este año el equipo me está transmitiendo muy buenas sensaciones, pero soy de los que piensan que es preferible ir partido a partido y objetivo a objetivo, sobre todo porque esto acaba de empezar y queda mucho camino por delante», advierte. Eso no significa que no tenga esperanzas de conseguir algo más que en cursos anteriores. «Es innegable que este Celta divierte, crea y hace disfrutar de principio a fin. Este año debemos apuntar un poco más alto, equipo y afición juntos». Y los que están lejos no quieren ser menos.
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