Celta y Villarreal: dos clubes de cantera


Borja Iglesias cuando militaba en el Villarreal B
El Villarreal lleva años siendo una de las canteras de referencia del fútbol español por su red de ojeadores en categorías base y por la calidad de sus instalaciones. El Celta apuesta desde hace algo más de un lustro de forma decidida por la base e intenta reducir al máximo las distancias. Las canteras de los dos equipos cuyos primeros equipos se miden este domingo en Balaídos tienen diversos puntos de conexión, entre ellos Borja Iglesias (Santiago de Compostela, 1993), actual referencia ofensiva del filial céltico y que pasó tres años en la entida levantina, y Pablo García (Vigo, 1994), defensor zurdo cedido por el club vigués al Rápido de Bouzas ésta y la pasada campaña y que vivió en la residencia del submarino amarillo cinco años y medio.

Iglesias pasó sus dos últimos años de juvenil y el primero sénior en el Villarreal, después de tres años en la cantera del Valencia. Llegó a Vigo la pasada temporada y desde su conocimiento de las dos escuelas futbolísticas apunta que "estuve muy contento allí, es una cantera con mucha fama. Pero tampoco veo tanta diferencia con lo que hay aquí en los últimos años, el Celta está a un nivel muy alto también. Allí trabajan muy parecido en el sentido de la filosofía de tener el balón, de apreciarlo, conservarlo e intentar hacer daño con él. La manera de trabajo es muy parecida".

La mayor diferencia entre ambas entidades es que el Villarreal tiene un acuerdo con el Roda para "tener dos equipos en las máximas categorías de todas las edades. Por ejemplo, mi primer año allí jugué en el Roda". Eso sí, Iglesias, que en su paso por Vila Real coincidió con los actuales jugadores del primer equipo Moi Gómez, Nahuel Leiva y Gerard Gómez, ve un poco más expedito el camino hacia el primer equipo en Vigo: "El Villarreal tiene esa fama de formar jugadores que iban a subir rápido, pero últimamente está costando más. En cambio aquí, las oportunidades se ven en el día a día".

De acuerdo con esta última afirmación se muestra Pablo García, vigués que con apenas 13 años dejó su casa y el Santa Marina para irse al Villarreal. Allí pasó cinco temporadas y media antes de retornar al Celta. Ahora vive su segunda temporada consecutiva cedido en el Rápido: "Al tener dos filiales, tienes que pasar más etapas para llegar al primer equipo. Aquí en los últimos años se ven jugadores que destacaron en juveniles y están ya con el primer equipo".

García, quien también compartió vestuario con Moi Gómez en su etapa de formación, resalta que "a nivel de medios el Villarreal está por encima, aunque el Celta ha mejorado mucho en los últimos años. A raíz del descenso, se apostó más por la gente de aquí y ahora mismo está haciendo las cosas muy bien. En filosofía, similar. Se apuesta mucho por jugar bien, por la pelota". La ventaja del club levantino respecto al vigués es que dispone de "más infraestructuras, más medios, más dinero". Sobre todo, resalta su residencia, sita en plena ciudad deportiva: "Está todo junto. La residencia rodeada de los campos y el instituto a apenas cien metros".

Atlántico Diario

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