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| Foto: Marta G. Brea |
Después de tres años en el Celta, el club vigués decidió no renovar el contrato de Mario Bermejo, a quien se le había ampliado su vinculación con el club el pasado curso después de lesionarse de gravedad ante el Atlético de Madrid. En aquella ocasión se le brindó la oportunidad de seguir un año más en la disciplina céltica mientras se recuperaba de su lesión de rodilla. Una vez recuperado volvió a los terrenos de juego, pero su rendimiento no era el mismo. La edad, las lesiones y el empuje de otros compañeros impidieron al cántabro gozar de los minutos que tenía antes.
Bermejo no seguirá como jugador céltico, pero en Praza de España no están dispuestos a renunciar a lo que puede ofrecer fuera de los terrenos de juego. El rendimiento de Bermejo durante los tres años que duró su vinculación deportiva fue excepcional. Aportó dentro y fuera de la cancha, y Carlos Mouriño quiere seguir aprovechando la personalidad de Bermejo para ayudar al crecimiento del club, de modo que le ha ofrecido continuar vinculado al Celta pasando a formar parte de la secretaría técnica.
El ariete se lo está pensando. No hay comunicación oficial en un sentido o en otro, pero ayer, durante la celebración del partido de la Selección Sub-19 en Balaídos se vio a Bermejo situado muy cerca de quienes van a dirigir la política deportiva del club la próxima temporada. El cántabro presenció el partido en el palco, flanqueado por Miguel Montes Torrecilla, Director Deportivo del club, el entranador Eduardo Berizzo y su ayudante.
El todavía jugador del Celta siguió atentamente las evoluciones de los futbolistas sobre la cancha, no solo los célticos, sino también a los compañeros de estos y sus rivales. Su trabajo será el de ojear futbolistas, descubrir talentos, y es posible que ya haya empezado a trabajar. Su presencia en la secretaría técnica del club aportará cosas muy positivas, como ya hizo enfundado en la elástica celeste. Bermejo es un valor importante y en el club lo saben, así que tratarán de convencerle para que abandone su idea de jugar hasta los 40, máxima que ha repetido en varias ocasiones, y retenerle en el Celta como uno de los ayudante de Torrecilla y, quien sabe, su sustituto en un futuro relativamente cercano.
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