Con la presentación de las nuevas camisetas en el día de ayer, se despejó una de las grandes incógnitas de todos los veranos. El celta lucirá una camiseta celeste con detalles en rosa fucsia cuando juegue en Balaídos, mientras que lo hará de verde en los partidos que juegue como visitante y exista algún conflicto entre el color celeste y el color del equipo local, sustituyendo la utilizada durante la pasada temporada, donde se eligió el negro con detalles celestes.
Esta camiseta, sin embargo, no podrá jubilarse todavía, ya que habrá ciertos partidos en los que el Celta no podrá vestir ni la primera ni la segunda equipación elegida para esta temporada, al generar conflicto ambas camisetas con las del equipo local. Esta situación se dará en dos ocasiones: Córdoba y Elche.
Los andaluces, que regresan a la máxima categoría cuarenta y dos años después, visten camiseta blanquiverde y pantalón blanco. El Celta siempre juega con la camiseta visitante en El Arcángel, y este año no será una excepción, pero no podrá usar la verde, ya que coincide con los colores del equipo local. Lo mismo sucede en Elche, que viste totalmente de blanco, incompatible con la camiseta celeste, con una franja y detalles en verde, lo que imposibilita la utilización del color verde en la equipación céltica.
Así las cosas, la camiseta negra será con toda probabilidad la utilizada en estos encuentros, donde el Celta no podrá lucir ese novedoso verde que estrenará oficialmente en un par de meses. La primera vez en la historia en la que veremos al Celta de color verde, un color muy relacionado con la cultura celta, aunque inédito en la historia de nuestro equipo.
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