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RICARDO GROBAS |
Balaídos echa el telón a la temporada 2013/2014. Lo hace a
lo grande, recibiendo la visita de todo un histórico como el Real Madrid en
medio de sus actos finales de celebración por el 90 aniversario del club. El
vetusto coliseo vigués ha colgado el cartel de no hay billetes para un choque
en el que los celestes nada se juegan, pero sí los blancos, quienes agotan sus
remotas posibilidades de alzarse con el título de liga. Será una tarde de
despedidas. La de Luis Enrique, cuyo futuro parece irremediablemente ligado a
corto plazo con el FC Barcelona. También la de Rafinha, quien probablemente
siga el mismo camino que su técnico. Quién sabe si alguna más. Será sin duda el
colofón final a una temporada notable en la que el sufrimiento a última hora ha
brillado por su ausencia. Partido para disfrutar.
Ni con la salvación
en la mano parece que vaya a aflojar Luis Enrique. Su equipo vive un
extraordinario momento de forma, con tres victorias consecutivas, y su
intención es prolongar tan buena racha hasta el final del campeonato. Ha
recuperado a la totalidad de sus futbolistas para el choque, a excepción de
Hugo Mallo y el brasileño Wellinton, por lo que se espera un once de plenas
garantías para tratar de doblegar al Real Madrid.
Sergio actuará
seguro en portería, como premio a su trabajo a lo largo del curso y a su gran
partido en Pamplona. La línea defensiva puede estar formada con Jonny y
Aurtenetxe en los costados, y Cabral y Fontás en el centro. Por delante, Borja
Oubiña repetiría en el pivote, escoltado por Rafinha y Michael Krohn-Dehli.
Arriba, no hay dudas: Orellana, Nolito y Charles.
Menos certezas
tiene Ancelotti. El entrenador italiano deberá lidiar con el carrusel de bajas
de su plantel a pocos días de la tan ansiada final de la Champions League en
Lisboa. Con la liga muy cuesta arriba, todo hace indicar que el técnico
madridista dará descanso a varios de sus futbolistas importantes con el
objetivo de reservarlos para tan importante envite. Cristiano Ronaldo, Pepe o
Di María, lesionados el pasado miércoles en Valladolid, no estarán en Balaídos.
Otros como Carvajal o Bale, que vienen arrastrando molestias en la última
semana, también podrían descansar.
De esta manera, el
conjunto madrileño saltaría al campo con Diego López en portería, quien
recupera el sitio en detrimento de Íker Casillas, y una defensa de cuatro con
Arbeloa –recién recuperado-, Ramos, Nacho y Marcelo. Por delante, Xabi Alonso,
Illarramente y Modric actuarán en el trivote, con Casemiro y Khedira, que
regresa a una convocatoria seis meses después, esperando su oportunidad en el
banquillo. En fase ofensiva, y ante las ausencias, es más que probable que
Ancelotti apueste por Isco, Morata y Karim Benzema.
Hernández
Hernández, del colegio canario, será el encargado de impartir justicia en un
choque de relevancia diametralmente opuesta para unos y otros. Para el Real
Madrid, todo lo que no sea ganar supondría decir adió definitivamente al título
de liga. Incluso ganando también podría despedirse del alirón. En cambio, en
Casa Celta, el encuentro se vivirá como una fiesta que puede poner el broche de
oro a una temporada redonda y a cuyo final llega en un momento espléndido. Un
triunfo, en un Balaídos lleno y ante un rival de semejante magnitud, sería sin
duda la mejor despedida posible.
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