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Foto: Marta G. Brea |
El Celta dejó escapar una magnífica oportunidad de dejar sentenciada la eliminatoria copera ante la Real Sociedad, y tendrá que hacer la machada y ser el primer equipo que gane esta temporada en Zubieta. Vigueses y donostiarras afrontaron el encuentro con excesivas precauciones. David Sierra colocó a Pape como medio centro defensivo, mientras que la Real Sociedad montaba en defensa dos línes de cuatro muy junta y adelantadas, que impedía que el Celta moviera el balón con comodidad.
En los primeros minutos el juego fue insulso y a penas hubo ocasiones de gol. Sin embargo el sistema defensivo de los donostirarras no le funcionó siempre, y a los veinte minutos de juego un fallo de marca dejó a Jordan solo ante Otaño, al que batió por bajo. El Celta continuó presionando, y al filo del descanso esa presión le permitió robar otro balón que Brais aprovechó para marcar el segundo tanto.
Las cosas pintaban bien, sobre todo al comienzo de la segunda parte, cuando la Real Sociedad dio un paso al frente, y el Celta dispuso en esos primeros minutos de juego de sus mejores ocasiones. Fede y Brais pudieron marcar el tercer tanto para los vigueses y sentenciar definitivamente la eliminatoria, pero ante tanta insistencia de los célticos, un robo de balón de la Real permitió que Capilla recortara diferencias.
A partir de ese momento el partido se volvió loco. David Sierra se vio obligado a sustituir a Bugallo y minutos más tarde metió a Brais, aunque los cambios no mejoraron el juego de los célticos. Lo de la Real fue algo más curioso. Mikel Arrieta sorprendió con los cambios. Los jugadores importantes cambiaron de posición y esta circunstancia provocó que el Celta estuviera perdido.
En dos minutos el conjunto vigués tiró el buen trabajo que había realizado en los minutos precedente. La Real se acercaba con mucho peligro al área de los vigueses, y en el minuto setenta y uno Igor no es capaz de frenar a un jugador txuri urdín, que llega a la línea de fondo y lo derriba. Capilla marcaba su segundo tanto y la Real Sociedad igualaba el encuentro haciendo lo justo.
El desconcierto de los vigueses fue total, y dos minutos más tarde llegaba el tercer tanto de los vascos que, poco menos, sentenciaba la eliminatoria. En los minutos finales los célticos trataron de poner cerca a la meta de Otaño, pero el guardameta se mostró muy seguro.
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