Los atléticos gallegos se preparan para vivir el sábado una jornada única. Las peñas colchoneras de la comunidad estarán en Balaídos y la mayoría tendrán el corazón dividido: se consideran celtistas, pero el conjunto madrileño les da «algo que no se puede explicar».
Entre los que no encuentran las palabras está Víctor Vázquez, socio fundador y presidente de la peña de Porriño. «Mi sangre es rojiblanca. De niño iba cada quince días a Balaídos, pero me tiraba el Atlético desde que tengo uso de razón», subraya. Viaja en su coche para cada partido del Calderón y es socio como sus hijos y nietos, estos últimos abonados desde los cuatro días de vida. El sábado espera que los vigueses «no encajen más de dos goles». «Es el equipo de mi tierra y me duele. Le tengo cariño. Ojalá pudiera quedar el Atlético campeón y el Celta segundo», pide. Porque en el conjunto madrileño ha encontrado «una familiaridad que no hay en ningún otro».
Más tardía fue la pasión rojiblanca de la cabeza visible de la Peña Atlética de Vigo, Juan Carlos Ripoll. «A mi hijo le llamaban Lobo Carrasco por la melena y así se aficionó. Años más tarde tuvo un accidente grave, escribí a Gil Marín y a los pocos días recibió un balón firmado por toda la plantilla», narra. Ahí le nació a él el sentimiento atlético, que desembocó en una peña fundada con el equipo en Segunda. «Celta o Atlético es como elegir entre papá y mamá. Me identifico con la fidelidad atlética», destaca.
A Dimitar Dimitrov, búlgaro y miembro de la peña de Pontevedra, le acercó al Atlético el fichaje por la entidad de su ídolo, el también excéltico Lubo Penev. «La manera que tiene esta afición de vivir el fútbol se percibe ya por la tele: animan incluso más en los peores momentos». Para este fin de semana pronostica «una victoria, aunque contra el Celta los partidos siempre se complican».
Juan Carlos Ferreiro es el delegado en Galicia de la Agrupación de Peñas Atléticas y preside la de Ourense, fundada en el 2003. «Soy colchonero desde siempre. No lo puedo explicar yo ni nadie, se nace», sentencia. El sábado irá con el Atlético, aunque el Celta no le es indiferente: «El año pasado me quedé triste con la derrota porque nosotros teníamos la Champions asegurada y para ellos podía suponer el descenso». Ve muy importante los suyos «empezar ganado el Tourmalet que es visitar a Celta, Levante y Betis».
También José Manuel Varela, de la Peña de Sarria, iba con el Celta aquel día. Pero en esta ocasión apoyará a su Atlético. «É unha forma de ser, coma unha rebeldía ou protesta contra os grandes», explica. Su afición nació «nun momento no que non había galegos en Primeira» y estaban «ata o moño de Madrid e Barça». Y hasta hoy.
Miríam Vázquez Fraga / La Voz de Galicia
Miríam Vázquez Fraga / La Voz de Galicia
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