Los rivales del Celta coinciden en destacar el juego de ataque de los de Luis Enrique, que en torno al máximo goleador de Segunda División la temporada pasada, Charles Dias, ha construido un equipo que está por encima de la media de Primera División en efectividad rematadora. Los célticos contabilizan 29 goles en 22 partidos (1,32 de media), situándose en noveno lugar de una clasificación que lideran Real Madrid y Barcelona.
Esas cifras preocupan al Athletic de Bilbao, como puso de manifiesto esta semana Susaeta ("El Celta tiene mucha calidad arriba", dijo el futbolista vasco) y ayer refrendó su técnico, Ernesto Valverde ("De medio campo hacia adelante es un equipo importante").
Esa fama de equipo peligroso en el área rival se la ha ganado el Celta con el alegre estilo de juego que practica. Charles, Álex, Orellana, Nolito, Rafinha, Augusto o Krohn-Dehli, los más habituales, no destacan como rematadores pero sí por lo que aportan como colectivo. Así, veinte de los veintinueve goles célticos han llegado a través de una jugada elaborada. Solamente siete equipos pueden presumir de mejores números en la máxima categoría.
Esa característica, sin embargo, le supone al Celta perder capacidad en otras acciones del juego. Por ejemplo, no ha sumado ni un solo tanto de falta directa, cuando equipos de la zona baja de la tabla como Valladolid y Granada contabilizan dos cada uno; y el Athletic, uno.
Tampoco las jugadas de estrategia son uno de los puntos fuertes de los pupilos de Luis Enrique. Un solo gol han obtenido en una acción a balón parado: Oubiña cabeceó en el segundo palo un balón que había tocado Aurtenetxe después de que Álex lanzase un saque de esquina. Fue en la victoria ante el Almería en Balaídos.
Atendiendo a las partes del cuerpo con que se marcan los goles, el Celta se muestra como un equipo de derechas. Con esa pierna ha anotado dieciocho tantos, por tres únicamente con la izquierda. De cabeza llevan siete los celestes, uno más de los que han recibido por parte de sus rivales. A pesar de las sensaciones de fragilidad de la defensa, solamente siete equipos cuentan con mejores cifras en esa clasificación.
Otra de las características en cuanto a la ejecución de los goles célticos es el abrumador protagonismo de los titulares. Veinticinco tantos los han anotado jugadores que estuvieron en el once inicial, mientras que la aportación de los suplentes es escasa: tres únicamente. El otro tanto contabilizado por el Celta fue un autogol de Lolo, de Osasuna, después de que rematase Augusto Fernández un centro desde la derecha.
Luis Enrique apelaba a un compromiso colectivo al hablar de los goles del Celta en esta temporada y sus pronósticos de inicio de temporada se están cumpliendo a rajatabla. A pesar del buen rendimiento en ese apartado, el club ha considerado necesario reforzar la línea de ataque en el mercado de invierno.
La llegada de Welliton Soares -máximo goleador de la Liga rusa en dos ocasiones- ayudará seguramente a engordar la cuenta realizadora del equipo gallego, que en lo que resta de segunda vuelta también puede contar más con Mario Bermejo, recuperado de una grave lesión, y con el joven Santi Mina, que va creciendo como futbolista. Es más, al Athletic le ha marcado dos goles este curso: uno en San Mamés y otro en Balaídos, en la Copa.
Jaime Conde / Faro de Vigo
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