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| RICARDO GROBAS |
Aunque descafeinada en las últimas temporadas, la Copa siempre
ha sido un torneo especial para el Celta. Una competición que lo llegó a
acercar a la gloria hasta en tres ocasiones para dejarlo con la miel en los
labios en el último suspiro. Ahora, totalmente alejada de su esencia más
purista fruto de un sistema tan absurdo como único en el mundo, soñar con
repetir gestas pasadas parece una quimera. Sin embargo, no es excusa para
tratar de disfrutar de ella hasta que el balón así lo determine. El Athletic,
histórico rival de hermana afición, es la primera piedra en el nuevo camino.
Balaídos, que rozará el lleno con la visita de los leones, quiere una nueva
alegría en versión copera tras superar el maleficio liguero el pasado sábado
ante el Almería. Aquí no se regala nada.
Si habitualmente es
difícil aventurar un once de Luis Enrique, adivinar el equipo de esta noche
resulta todavía más complicado. Durante los últimos años, la Copa ha sido
sinónimo de rotaciones. No obstante, el hecho de que se dispute en fin de semana,
con siete días respecto al último partido y nueve de diferencia sobre el
siguiente, invita a pensar que puede no ser así. Augusto Fernández y Fontás,
son bajas confirmadas para el encuentro por sus respectivas lesiones
musculares. También Jon Aurtenetxe, ausente por la conocida como “cláusula del
miedo”. Sergio, suplente de Yoel en Liga, parece el único con sitio asegurado.
Por delante del
portero de Catoira formaría una defensa de cuatro compuesta por Jony, que daría
descanso a Hugo Mallo, Cabral, Costas y Toni. No habrá cambios en el centro del
campo, con Oubiña en el pivote y Álex López y Krohn-Dehli como volantes. En
ataque, Orellana y Nolito, que descansó el pasado sábado, parecen seguros,
mientras que Charles, Mina, David e incluso Mario Bermejo se disputarían el
puesto en la punta de ataque. Todo depende de si Luis Enrique decide dar un
respiro a Charles, exprimido durante todo lo que llevamos de temporada, o no.
En el Athletic, el
pensamiento es parecido. Valverde no prepara revolución y vendrá a Vigo con
todo. La Copa es un torneo que siempre ha gustado en Bilbao y este año no va a
ser menos. Los leones tratarán de llegar lo más lejos posible en una
competición que han rozado en un par de veces durante los últimos años.
Laporte, con molestias, es la principal ausencia.
El conjunto
rojiblanco, acompañado por algo más de un millar de aficionados, saltará al
césped de Balaídos con Herrerín en portería; línea de cuatro en defensa con
Iraola, Gurpegui, San José y Balenziaga; Iturraspe y Beñat en el centro del
campo; De Marcos, Susaeta e Ibai Gómez en la línea de tres mediapuntas; y
arriba Aritz Aduriz.
Pérez Montero, del
comité andaluz, dirigirá un encuentro entre dos conjuntos que apuestan por un
fútbol atractivo y ofensivo. Balaídos, con el ambiente de las grandes
ocasiones, empujará a los suyos para mantener la fe en una competición que
pierde gracia año tras año pero a la que nadie quiere renunciar. No vaya a ser.
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