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| Foto: Marta Grande |
Siempre se habla de la paciencia como una virtud perdida en el mundo del fútbol. Entrenadores rápidamente cesados, proyectos tirados a la basura por dos meses malos… Pues bien, en Vigo estamos ante un proyecto que necesita paciencia para salir bien.
Y es que tengo la sensación de que Luis Enrique va a funcionar siempre y cuando le dejen trabajar con confianza. Ha formado un equipo con muchas incorporaciones, muy joven y, sobre todo, con mucha calidad. La irregularidad de los resultados demuestra la obviedad de que ese tipo de cambios necesitan tiempo para cumplir con los pronósticos deportivos establecidos a principio de año.
Además, el técnico asturiano parece el idóneo para conducir la nave del equipo gallego en los próximos años. La juventud de muchos de los jugadores y el período de madurez que van a alcanzar otros hacen que el Celta tenga entre sus manos uno de esos proyectos que pueden acabar siendo importantes con el adecuado tratamiento. David Costas, Hugo Mallo, Jonny, Toni, Madinda, Rafinha o Santi Mina son ejemplos de jugadores jóvenes con un tremendo potencial mientras que otros como Yoel, Fontás, Álex López o Nolito están en una edad perfecta para culminar esa madurez esperada por la calidad que atesoran y guiar a esos que vienen por detrás a las mejores metas posibles.
En definitiva, este Celta tiene la mezcla perfecta entre juventud y veteranía para seguir creciendo año a año. Además, otros jugadores como Rafinha podrían repetir cesión el próximo año y seguir ayudando a un equipo que este año peleará por ser una de las apuestas online de la permanencia para bet365, pero que tiene un margen de mejora importante que esperemos que llegue con el nuevo año. Que la paciencia siga siendo una virtud.
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