¿Fue acertado el planteamiento?


Foto: Jorge Landín
Luis Enrique apostó por prácticamente el mismo once que asaltó hace una semana el Sánchez Pizjuán. No había motivos para realizar modificaciones. El asturiano sólo variaba una pieza. Lo hacía por obligación. David Costas era el elegido para cubrir la baja por lesión de Gustavo Cabral. En ataque, el preparador céltico mantenía su confianza en Santi Mina como acompañante de Charles y Nolito en la delantera.

El plan era el previsto. El Celta se mostraba ansioso en los últimos metros. Sobre todo tras el gol de Jonathan Viera. El conjunto vigués volvía a afrontar un escenario que le es esquivo. Se le resisten las remontadas. Luis Enrique decidió liderar la reacción con su segunda unidad. Primero dio entrada a Rafinha Alcántara en detrimento de Santi Mina. Poco después, el asturiano se la jugaba. Retiraba a Borja Oubiña y colocaba en el tapete de Balaídos a Krohn-Dehli. El todo por todo. No quedaba otro camino que el riesgo para salir vivo del duelo ante un Rayo Vallecano que mostraba sus virtudes en el coliseo vigués.

El infortunio se dio cita tras el segundo gol del Rayo Vallecano. David Costas tenía que abandonar el terreno de juego por lesión. Luis Enrique tampoco apostó por la decisión más lógica. Dio entrada a Jony en vez de a Jonathan Vila para ser la pareja de Fontás en el eje de la zaga celeste.

El debate está abierto. ¿Dónde está la solución para paliar los pobres registros como local? El Celta ha dejado escapar una gran oportunidad para situarse en la zona tranquila de la tabla. Queda seguir sufriendo. Tras el parón los hombres de Luis Enrique visitarán Anoeta, el feudo de la Real Sociedad.

Carlos I. Castrillón / Faro de Vigo

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