El equipo disputó ayer un partidillo muy intenso y con varios piques


Foto: Jorge Landín
El entrenamiento que el Celta llevó a cabo en la mañana de ayer en las instalaciones deportivas de A Madroa estuvo marcado por la intensidad desplegada por los pupilos de Luis Enrique, que generó varios piques entre jugadores y algún momento de tensión. El técnico asturiano programó para la sesión de ayer un partido de entrenamiento en el que participaron los componentes del primer equipo que estaban a su disposición y siete jugadores del filial y el juvenil, concretamente Soto, Yelko Pino, Aitor, Fernán, Fede, Diego Rocha y Hugo Pintos. Los canteranos cubrieron las ausencias de los internacionales Augusto, Krohn-Dehli, Santi Mina y David Costas y el lesionado Carlos Bellvís.


Luis Enrique mezcló en los dos onces que alineó a jugadores del plantel profesional y a los jóvenes del filial y el juvenil, por lo que no dio ninguna pista para el partido del próximo lunes contra el Levante. Pero lo que más llamó la atención del partido no fueron los onces ni el resultado –el equipo sin peto se impuso por 4-0–, sino la intensidad mostrada por prácticamente todos los futbolistas que participaron en el mismo. Ello generó más de un pique entre jugadores, como por ejemplo el que protagonizaron el argentino Gustavo Cabral y el brasileño Charles Dias o el que enfrentó al jovencísimo Hugo Pintos y Manuel Agudo 'Nolito'. El gaditano, un tipo de buen talante que ayer, además, celebraba su 27 cumpleaños, fue uno de los que más intensidad le puso al partido.  Por otro lado, Rafinha, todavía con molestias musculares, se retiró antes de tiempo del encuentro.


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