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| Foto: Marta G. Brea |
Los números negativos en el arranque o las críticas hacia diferentes decisiones tomadas por Luis Enrique propician que el técnico tenga dos semanas por delante para corregir muchos aspectos que han llevado a su plantilla a estar en la zona delicada de la tabla.
El entrenador asturiano no se cansa de repetir que el año será duro, pero el aficionado entiende que, con el calendario en la mano, los célticos tenían que haber sumado más puntos en estos casi dos primeros meses de competición.
Una circunstancia que preocupa es la cantidad de goles que ha encajado el equipo y eso que Yoel ha tenido un inicio de campeonato sobresaliente. Los vigueses, con 12 tantos recibidos, son el octavo equipo del campeonato que más tantos ha encajado. Se ha criticado que no se dosifiquen las apariciones en el once del juvenil David Costas, la presencia de Toni como lateral izquierdo o la ubicación más como tercer central que como mediocentro de Borja Oubiña.
Mientras, en ataque los números han empeorado las últimas semanas. Los ocho goles que el equipo lleva a favor sólo son mejores que los de cinco conjuntos de Primera. En este sentido, se critica la distancia con respecto al marco rival en la que juega Rafinha o las dos suplencias que ya acumula Nolito, uno de los jugadores con más talento.
Vital el duelo ante el Levante
Si a esto se une que hay jugadores fuera de su posición natural y que el sistema de juego no parece lo suficientemente ajustado, Luis Enrique tiene trabajo por delante para intentar llegar en las mejores condiciones al partido del día 21 ante el Levante. Las cuatro sesiones programadas esta semana irán destinadas a ello. El partido ante los granotas, aunque no puede ser considerado como una final, sí adquiere tintes trascendentes para el equipo y para el técnico.
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