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Foto: Marta Grande |
En su presentación, allá por el mes de junio, el propio futbolista de Banyoles había asegurado que aunque se sentía más cómodo como defensa central, «estoy capacitado para jugar de mediocentro defensivo y en la posición que me ponga el míster voy a intentar rendir al máximo». De entrada, la confianza de Luis Enrique la tiene, y encadena tres partidos consecutivos. Ha relegado a Túñez, obligando al compostelano a buscarse una salida, y el sábado fue el elegido para suplir al capitán en un puesto tan específico como el de pivote defensivo. O mucho cambia la dirección del viento, o el Celta tendrá que abonar al Barcelona el millón de euros acordado si el jugador disputaba una cifra superior a los 25 partidos en la Liga.
Dos partidos como central izquierdo y uno como mediocentro defensivo contemplan en lo que va de Liga a Andreu Fontás. Como jefe de la defensa, el catalán ha visto cómo el equipo sufría de lo lindo en el Benito Villamarín y su juego se limitaba a rayar el aprobado raspado. Bien es cierto que el nivel general de la defensa no era mayor, y que en el caso del Betis el equipo de Pepe Mel hizo lo que quiso del equipo durante los primeros 45 minutos. Sin contemplaciones.
Sin embargo, avanzando unos metros Andreu Fontás cubrió el sábado con éxito su papel a la hora de ejercer de dique de contención cuando el Granada se aproximaba. Atento a la hora de robar balones, bien colocado y cumpliendo a la hora de sacar el esférico sin complicaciones, el catalán incluso avanzó metros conforme el equipo lo requirió. A la hora de incrustarse entre Costas y Aurtenetxe cuando el rival apretaba, se mostró incluso más sólido que Oubiña, al que el partido en el Villamarín le costó lo suyo.
Ejercer de mediocentro no es algo nuevo para Fontás, que ya la temporada pasada en el Mallorca, en el que solo jugó nueve partidos, se debatió entre la defensa y el pivote. Debutó de la mano de Caparrós como mediocentro, aunque con Manzano fue más habitual verle retrasando metros.
Más allá de su pasado, sobre la mesa queda ahora la duda de si el buen rendimiento de Fontás fue por el cambio de puesto o si se debió a la mejoría en general que experimentó todo el Celta. No hay que olvidar que entre la cara exhibidas en Sevilla y la de Balaídos dista un mundo. El propio jugador reconocía en los micrófonos de la Radio Galega el sábado que «pienso que hemos hecho todo lo posible para ganar, hemos hecho un gran partido y ese es el camino a seguir, porque las ocasiones acaban entrando».
Aunque el trabajo desplegado por Andreu Fontás ante el Granada podría abrir el debate sobre la demarcación que debe ocupar, de entrada Luis Enrique no tendrá que valorar esta cuestión al menos hasta después de la visita al nuevo San Mamés. Y es que la baja de Aurtenetxe, que no puede jugar contra el club al que pertenece, obligará a Luis Enrique a alinear al defensa catalán como central zurdo, ya sea acompañado por Cabral, o por David Costas, la gran sorpresa del sábado.
Por el momento, Andreu Fontás se aleja de debates sobre su cometido y se limita a felicitarse por el buen trabajo del equipo ante el Granada. «Siempre he dicho que había plantilla suficiente para tener garantías, que todo el mundo podía jugar, que todo el mundo lo podía hacer bien, y hoy -por el sábado- se ha demostrado». Ahora lo que queda por demostrar es si su crecimiento como mediocentro le reubica en el esquema celeste.
Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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