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| Foto: Ricardo Grobas |
Este sábado regresa a Balaídos Riki, uno de los futbolista menos queridos del panorama futbolístico. El de Aranjuez protagonizó alguna de las escenas menos afortunadas sobre un terreno de juego en Balaídos, y deportivamente también solía castigar al Celta cada vez que se enfrentaba a los vigueses. Así lo hizo en los últimos derbis, salvo en el último disputado en Balaídos. En Segunda División anotó a los pocos minutos de iniciarse la contienda, y antes de finalizar el primer acto protagonizó una siempre recordada revisión de la popular serie "The Walking Dead" cuando, a pesar de estar, en "apariencia" seriamente lesionado, fue capaz de entrar al terreno de juego de rodillas, con visibles gestos de dolor, y reptar avanzando muchos metros hacia el interior del campo.
Riki perdió con esa acción casi diez minutos, que no se recuperaron. Esas artes fuera del fútbol contrastan con su calidad, que la tiene, y que le ha permitido, a diferencia de su equipo, continuar en la élite del fútbol español. El año pasado en el derbi disputado en Riazor marcó un gran gol, el que abría el marcador, demostrando su buen golpeo de balón. Todo bien hasta ahí, pero tras marcar, se dirigió a la grada donde se encontraban los aficionados del Celta a los que insultó gravemente, hecho que pasó totalmente desapercibido para la prensa nacional, bastante centrada en lamentar la actitud, totalmente reprobable, de Hugo Mallo durante ese mismo derbi.
A Riki tampoco le ayuda que haya fichado por el Granada, un conjunto con el que todavía subyace la herida abierta de aquella eliminatoria de ascenso de hace dos años. El tiempo lo cura todo y seguramente se ha ido olvidando, porque históricamente no ha habido roces entre dos aficiones que no han tenido encontronazos al margen de este suceso. No es difícil imaginar que el ex jugador del Deportivo será el peor recibido de todos los rivales esta temporada. Y si no el que más, a buen seguro que estará en el podio final.
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