Una pregunta ronda la cabeza de muchos celtistas: ¿y cuando
Oubiña no esté, qué? El capitán, por mérito propio o demérito ajeno, se ha
convertido en insustituible. No hubo el curso pasado, ni hay todavía en el
actual, un futbolista capaz de cubrir una eventual baja del mediocentro vigués.
Álex López y Madinda, los posibles parches que se barajan por el momento, no
reúnen las características defensivas que exige el puesto. Bustos se marchó
engullido por la Primera División y Natxo Insa no convenció a la secretaría
técnica a pesar de su buen final de temporada. El recuerdo de Getafe, donde no cumplió
como pivote único, y la progresión de Madinda le cortaron el paso.
Ahora, a golpe de
15 de agosto y a tan sólo cinco días del comienzo de la competición, la
situación parece estancada. No hay relevo para Oubiña. Su lesión del pasado
sábado, que no obstante parece que no le impedirá ser de la partida el lunes,
ha reabierto un debate que nunca se cerró del todo. ¿Qué hacer cuando no esté
Oubiña? ¿Hay que fichar un mediocentro?
Herrera hubiera
respondido que sí. Durante los meses que estuvo como técnico de Primera
División peleó hasta la saciedad con Torrecilla para incorporarlo. Sus peticiones
no pudieron o no quisieron ser atendidas. Vila en el Bernabeu, Insa en Getafe o
Cabral en Vallecas y Pamplona fueron las alternativas. Ninguna convenció.
Resino no tuvo que lidiar con ese problema, pues Oubiña aguantó hasta el final
de una campaña en la que llegó a disputar casi 40 partidos, una cifra
espectacular para un futbolista de su edad y con su historial médico.
La patata caliente
está ahora en manos de Luis Enrique. Diversos rumores aseguran que el Celta ha
ido en la búsqueda de un mediocentro en verano. Dos Santos o Casemiro han sido
algunos de los nombres que han sonado. Sin embargo, no termina de concretarse
ninguno y a día de hoy no parece muy seguro que pueda llegar alguno. De
momento, la alternativa más fiable está en A Madroa. Borja Fernández, todavía
en edad juvenil, ha dejado una grata impresión durante la pretemporada. Es el
heredero natural de Oubiña: disciplinado, elegante y de la casa. Él podría ser
la solución. Le corresponderá a Luis Enrique valorar si está preparado para
competir puntualmente en Primera.
Decida lo que decida el técnico asturiano, una cosa está clara: Oubiña no puede jugar otra temporada de 40 partidos. Su relevancia en el equipo exige su máximo nivel, algo imposible de conseguir con semejante castigo físico. Caso similar al de Xavi en el Barcelona, el capitán celeste precisa de descansos periódicos para estar en plenitud de condiciones en los duelos importantes. Para esas fechas hacen falta soluciones. El futuro es Borja Fernández, de eso no hay duda, pero el debate está en introducirlo ya en la dinámica o hacer tiempo con un futbolista cedido. Que decidan lo que crean conveniente, pero que lo hagan ya.
Decida lo que decida el técnico asturiano, una cosa está clara: Oubiña no puede jugar otra temporada de 40 partidos. Su relevancia en el equipo exige su máximo nivel, algo imposible de conseguir con semejante castigo físico. Caso similar al de Xavi en el Barcelona, el capitán celeste precisa de descansos periódicos para estar en plenitud de condiciones en los duelos importantes. Para esas fechas hacen falta soluciones. El futuro es Borja Fernández, de eso no hay duda, pero el debate está en introducirlo ya en la dinámica o hacer tiempo con un futbolista cedido. Que decidan lo que crean conveniente, pero que lo hagan ya.
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