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| Foto: Marta G. Brea |
Con el contador a cero, así parten todos los futbolistas del Celta tras la llegada de Luis Enrique. Como cada verano que un nuevo entrenador se hace cargo de un equipo, la ilusión se apodera de aquellos jugadores que en las temporadas anteriores no gozaron de continuidad o minutos. Es el caso por ejemplo de Jonathan Vila, que comienza su octava temporada en la primera plantilla con la ilusión de un debutante pese a ser uno de los capitanes. "Con un entrenador nuevo todos los jugadores parten de cero y tendrán su oportunidad, hay que demostrar al entrenador de que puede contar contigo, no puedes dejar pasar ni un minuto y es muy importante hacer una buena pretemporada", reconoce Vila.
Al igual que el resto de sus compañeros, el de Budiño no escatima elogios hacia el nuevo cuerpo técnico que se ha hecho cargo del Celta en sustitución del comandado por Abel Resino. Para Vila, Luis Enrique y los suyos han llegado con muchas ganas y eso se nota en la manera de plantear los entrenamientos. "El míster tiene una idea de juego y hay que ponerla en práctica. Le da mucha importancia al balón y lo que tiene claro es que cada uno sepa su rol tanto a nivel individual como colectivo, habla contigo y eso es muy importante para el jugador, todo se trabaja muy minuciosamente", destaca el central.
El técnico asturiano se ha caracterizado hasta el momento por realizar varios ensayos en la zaga, incluyendo varias variantes en el sistema, probando indistintamente con dos o tres centrales, detalles a los que poco a poco la plantilla se va acostumbrando y cogiendo los conceptos de cada planteamiento, algo que resulta más sencillo por el ambiente que existe en Melgaço, propicio para hacer algo bonito durante la temporada. "La pretemporada está siendo dura como todas pero en esta se respira mucha alegría, mucha ilusión y eso es muy importante para cargar pilas y tener energía durante toda la temporada", señala Vila.
El céltico de también mucha importancia a los encuentros que dispute el equipo esta pretemporada para afinar conceptos y corregir los detalles que en los entrenamientos se podrían escapar. "Se está trabajando todo en general pero estos partidos pueden servir para corregir desjustes porque cada rival te pone en complicaciones", indica el porriñés, deseoso ya de que el balón empiece a rodar a mediados de agosto ante el Espanyol. El reto: ser uno de los once elegidos por Luis Enrique y demostrar que, al igual que hace tres temporadas, puede ser un hombre clave
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