Luis Enrique quiere un Celta con más nervio


MARTA GRANDE 
Luis Enrique ya manda en el Celta. El técnico asturiano desembarcó ayer en Vigo con su equipo de colaboradores para asumir las riendas del equipo y dar al club sus primeras recomendaciones antes de ser presentado oficialmente este mediodía en el estadio de Balaídos.

El nuevo preparador celeste llega "con las ideas muy claras", según fuentes del club, y un plan definido sobre el perfil de los refuerzos que el Celta necesita para consolidarse en Primera División. A menos que se produzcan más ventas, el número de fichajes no se prevé que exceda de seis o siete. Pero quizá lo más interesante es que Luis Enrique quiere que las contrataciones de este verano proporcionen al equipo vigués un plus de temperamento competitivo.

La calidad futbolística no será la única premisa en el proceso de selección de los fichajes. El técnico está decidido a elevar la intensidad competitiva del grupo y ha pedido que se firmen jugadores de contrastado carácter, con capacidad de sacrificio y experiencia en la competición española.

Los detalles están en buena medida por concretar, pues el técnico acaba de aterrizar en Vigo y no ha tenido tiempo de reunirse por ahora con el director deportivo, Miguel Torrecilla, que ayer regresaba a Vigo por carretera desde Navarra, donde el domingo asistió al partido del filial con el Mutilvera, ni con el presidente, Carlos Mouriño, que se encontraba fuera de la ciudad.

Luis Enrique tuvo no obstante un día bastante ajetreado desde que aterrizó a media mañana en Peinador rodeado de su amplio grupo de colaboradores. El nuevo técnico se presentó en la ciudad con Juan Carlos Unzué, que ejercerá como su segundo de abordo, el preparador físico, Rafel Pol, el psicólogo Joaquín Valdés, cuya colaboración con el equipo será, en principio, intermitente, y Roberto Moreno, que ejercerá como asistente técnico. El cuerpo técnico celeste completará con Patxi Villanueva, que se mantiene como entrenador de porteros, y Manuel Sotelo, que continuará como enlace entre el primer equipo y las categorías inferiores.

El entrenador del Celta y su séquito fueron recibidos en el aeropuerto vigués por Vlado Gudelj, delegado del primer equipo, y el jefe de instalaciones del club, Julio Vargas. Desde Peinador la comitiva se desplazó hasta la sede de Plaza de España, donde Luis Enrique cambió sus primeras impresiones con el director general celeste, Antonio Chaves.

Tras departir durante un par de horas con el ejecutivo céltico, Luis Enrique y su equipo de colaboradores se desplazaron hasta el Hotel Pazo Los Escudos, donde permanecerán alojados estos días. Antes de comer en uno de los salones del hotel, el grupo posó, sin hacer declaraciones, para un nutrido grupo de reporteros gráficos y cámaras de televisión que aguardaban sus primeras palabras en Vigo. "Estoy muy contento,", se limitó a señalar Luis Enrique, que aplazó cualquier declaración a la rueda de prensa de presentación oficial que se celebrará a mediodía de hoy en Balaídos. "Mañana hablamos con calma de todo lo que queráis", añadió. Por la tarde el cuerpo técnico se desplazó hasta la ciudad deportiva de A Madroa para conocer las instalaciones del club.

Luis Enrique será presentado oficialmente este mediodía en el estadio de Balaídos en un acto presidido por Carlos Mouriño, que ejercerá como maestro de ceremonias. En su presentación el técnico asturiano, que tiene por norma no conceder entrevistas individuales a los medios de comunicación, esbozará las líneas maestras del proyecto deportivo que tiene en mente para el Celta, con el que se ha comprometido por las dos próximas temporadas.

El nuevo proyecto se estructurará en torno a la gente de la casa -el protagonismo de la cantera se ha convertido en una premisa innegociable para el presidente, Carlos Mouriño-, con el salto competitivo que se espera dar con los nuevos fichajes y la mejora del rendimiento de futbolistas en nómina, como Augusto Fernández o Krohn-Dehli, de los que se esperan mejores prestaciones en su segundo año en España.

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