La promesa que quiso triunfar en el equipo de su vida


Abalo, en su último partido con el Celta, en Almería. Foto: Carlos Barba
Después de tantos años en el Celta, los caminos de Abalo y el conjunto celeste se separan. El arousano vistió por vez primera la camiseta del conjunto vigués en Mallorca, un 3 de diciembre de 2006. Hablamos del primer equipo porque Abalo nació prácticamente con la camiseta celeste. Poco a poco fue escalando por las categorías inferiores del club hasta llegar al filial, en un choque disputado en diciembre de 2005 ante el Melilla. Abalo entró al campo en lugar de Ismael. En menos de un año llegó a jugar con el primer equipo. 

No fue fácil lo que sucedió a partir de ahí. Stoichkov lo subió al primer equipo y al tercer partido lo devolvió al filial. La afición pedía a Abalo y fue el club quien tomó la decisión de hacerle un hueco en el primer equipo firmandole un contrato profesional. Fue Pepe Murcia el primer entrenador que contó con el arousano, trabajo que continuó Eusebio Sacristán. La Temporada 2008-09 fue probablemente la más completa de Abalo, junto tal vez con la siguiente, en la que aún sin estar a un nivel tan bueno, cumplió perfectamente. 

Fue tras la llegada de Paco Herrera cuando su protagonismo decreció notablemente. No tanto el primer año, aún sin ser titular llegó a disputar un buen número de partidos y jugó de inicio en el decisivo partido de vuelta por el ascenso ante el Granada en Los Cármenes. Sin embargo, tras un mal partido ante la Unión Deportiva Las Palmas en octubre de 2011 desapareció del equipo. Muchos no lo sabíamos, pero aquel sería su último partido con el Celta en Liga. Reapareció ante el Espanyol, en un partido de Copa disputado en Balaídos. Ese sería su último partido con la camiseta del Celta ante su afición.  Su despedida como jugador del Celta fue en Almería, en un partido de Copa que no se emitió por ningún canal. 

Cesión al Nástic, regreso a la siguiente temporada y nueva cesión, en esta ocasión al Beira-Mar. Los dos equipos acabaron descendiendo, pero Dani aprovechó para crecer como futbolista y persona. En su regreso le advirtieron que lo tendría muy difícil para jugar y Dani se rindió. Ya se lo dijeron el año pasado pero quiso pelear. Han sido demasiados reveses. Abalo fue una de las mayores promesas del Celta. Tal vez no haya sido lo que esperábamos, o tal vez sí, pero hubo un momento en el que nos hizo feliz. Su situación no ha sido nada fácil, lo ha intentado hasta el límite. Tal vez no confiaron en él, tal vez él mismo no lo hizo. Eso ahora ya no importa.  Quiso triunfar en el equipo de su vida, y en cierto modo lo consiguió.  Mucha suerte en el futuro. Quien sabe, igual nuestros caminos se vuelven a cruzar. 

0 comentarios:

Publicar un comentario