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Un buen sitio para poder ganar cuando a uno de los implicados no le queda otra opción. A diferencia del Deportivo, que cosecha derrota tras derrota cuando tiene que desplazarse a Valladolid, el Celta sí se siente muy a gusto sobre el césped del Nuevo Estadio José Zorrilla, dónde el próximo domingo apurará sus opciones de permanencia en Primera división.
La historia más reciente juega claramente a favor de la entidad de Balaídos, pese a haber sufrido allí un amargo descenso de categoría en la postrera jornada de la campaña 1982-83. Desde la temporada 98-99 cuando sucumbió ante el cuadro local por 2-1, los vigueses no conocen la derrota en el recinto vallisoletano disputando encuentros de la máxima categoría. En las últimas 11 ocasiones y a la espera de lo que acontezca dentro de cinco días con los pucelanos ejerciendo como locales ante los célticos, se contabilizan nada menos que ocho victorias visitantes y tres empates.
El Nuevo José Zorrilla abrió por vez primera sus puertas en febrero de 1982, al ser una de las sedes del Mundial que ese año se celebró en nuestro país. Desde entonces, el Celta disputó 19 partidos, 16 de ellos en Primera. También el balance global es favorable a los olívicos con ocho triunfos, cinco empates y tres derrotas en la máxima categoría y una victoria, un empate y un partido perdido en la Liga Adelante.
El Valladolid, que nada se jugará el próximo domingo tras haber asegurado su permanencia hace dos fines de semana, consiguió derrotar por última vez al Celta en la temporada 2010-11 al ganar en Balaídos por 1-2. En la anterior campaña, reparto de puntos (1-1) en Vigo y triunfo vigués en Pucela por 1-2; además, los dos equipos jugaron una eliminatoria copera -a partido único- que ganaron los de Paco Herrera por 4-1. A estos partidos, debe añadirse el 3-1 de la actual campaña en suelo vigués en la mañana del Día de Reyes.
Antonio Estévez / Marca
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