El reto de dejar la portería a cero


RICARDO GROBAS

El punto de apoyo sobre el que se sustenta la reacción del Celta en lo futbolístico en las dos últimas semanas es la solidez. El equipo se siente ahora más seguro estando más cerca de su área y empieza a coordinar los movimientos grupales que tanto ha machacado Abel Resino desde su llegada. Pero ese avance no ha sido suficiente como para romper una racha negativa que amenaza con ser histórica: la de partidos consecutivos encajando algún gol.

El tanto de Sapunaru el pasado lunes supuso que el conjunto celeste completase una vuelta liguera sin dejar su portería a cero, ya que la última vez que lo logró fue, precisamente, en la victoria contra el Zaragoza en La Romareda (0-1). Y si no frena la sangría mañana en el Ciudad de Valencia, igualará la peor racha de toda su historia, que conforman los 20 encuentros que el Celta pasó encajando algún gol entre la seis últimas jornadas de la campaña 47/48 y las catorce primeras de la 48/49.

De aquella, el fútbol era de tendencia mucho más ofensiva, por lo que aquella racha no supuso especial quiebra clasificatoria de hecho, en la 47/48 acabó en la cuarta plaza, le mejor de su historia, ya que el equipo vigués la saldó con únicamente un 50% de derrotas (7 victorias y 3 empates). Ahora, la situación se complica pues de los 19 partidos con la portería perforada, los célticos han perdido 12, empatado 4 y ganado 3.

A pesar de todo, Pep Serer, segundo entrenador celeste, relativiza el dato y resalta que el equipo ha mejorado en ese aspecto en las dos últimas semanas. 'No es bueno llevar 19 partidos encajando goles, es preocupante. Pero lo interesante es que marques uno más que el rival. El equipo, tanto en Mallorca como el otro día, estuvo bien en ese aspecto', comenta.

El miembro del cuerpo técnico celeste valora los cambios realizados desde el partido en Palma. 'Hemos corregido muchas cosas, el equipo cada vez está más sólido. Esa definición de bloque, de que la gente esté junta. Lo hace todo el mundo: el Bayern, el Borussia... No se defiende tan arriba, sino que se hace más por acumulación. El equipo lo está haciendo mejor y ése es el camino', considera.

Un aspecto a cuidar dentro de esta mayor efectividad defensiva es el de las faltas cometidas. Sobre todo, en las zonas cercanas al área propia. Serer acepta el reto, pero cree que es un factor difícil de controlar: 'Cuando he trabajado fuera, en Kazajistán, había un problema arbitral grandísimo y el antídoto para esto era no cometer faltas. No es fácil. Porque te enfrentas a jugadores de calidad que fuerzan la falta'.

Santi Alonso - Atlántico Diario

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