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RICARDO GROBAS |
A rey muerto, rey puesto. Los capitanes celestes han dado un paso al frente y se han puesto a disposición del nuevo técnico Abel Resino para ayudarle en su labor de rescatar al equipo del descenso. Una nueva etapa ha dado comienzo en el Celta. "Paco Herrera cogió al equipo mal, hizo un gran trabajo, pero toca un cambio. Ha venido uno nuevo y tenemos que dejarnos la piel en el campo", certifican.
El defensa central porriñés, Jonathan Vila,que permanece ajeno a la polémica destitución del técnico extremeño, afirma que "si digo la verdad es un tema que intentamos dejar de lado. Estos asuntos no pueden entrar en el vestuario" y puntualiza: "No podemos desviar la atención del aspecto deportivo. Tenemos un partido importantísimo el domingo y tenemos que salir a muerte a ganarlo".
El delantero Mario Bermejo reconoce que nunca es agradable la destitución de un técnico, pues al margen de los sentimientos personales siempre que se produce un relevo en el banquillo es porque las cosas no marchan bien. "No es un momento agradable, pero hay que ser fuertes mentalmente y tratar de ayudar al nuevo entrenador para que nos conozca lo antes posible, nosotros lo conozcamos a él lo antes posible y cambiar esta dinámica en la que nos hemos metido", apunta el artillero, que pasa página y hace examen de conciencia. "Hay que tirar para adelante, partiendo de la base de cada uno. Cada uno tiene que mirar qué ha hecho mal. Tenemos que ser autocríticos si queremos cambiar la dirección del equipo", dice.
Bermejo valora la charla que Abel Resino mantuvo con los cuatro capitanes (él mismo, Borja Oubiña, Roberto Lago y Jonathan Vila) nada más hacerse cargo del banquillo celeste. "Básicamente nos ha pedido colaboración para intentar captar su idea deportiva. No hay mucho tiempo. Tenemos un partido muy importante el domingo y el tiempo corre muy rápido. Él está hablando con las líneas del equipo e individualmente con los jugadores para que el equipo sea más competitivo el domingo", revela. Y precisa: "Es lo que nos ha dicho él personalmente y lo que nos ha comentado a nosotros. Es lógico son puntos en los que nosotros no estábamos haciendo bien las cosas".
El delantero santanderino coincide con el nuevo entrenador en que el principal problema del equipo es psicológico y que el Celta necesita un plus de competitividad, sobre todo lejos de Balaídos. "Se han dado situaciones que no hemos sabido manejar a nivel mental. El año pasado ganábamos con relativa facilidad. Este año empezamos bastante bien, sobre todo en casa, pero fuera no hemos sabido competir bien", explica. Y detalla: "Ya he dicho muchas veces que en Primera División no alcanza con jugar bien al fútbol, tienes que contagiarte de garra y de casta. Solo con el fútbol en Primera División no basta. No hemos dado ese plus de garra y casta para igualar al equipo contrario. Y si esto no lo haces, por muy bien que juegues, en Primera División estás muerto".
El primer capitán, Borja Oubiña, pide mientras tanto "adaptarse cuanto antes al nuevo entrenador y apretar". "Todo el mundo tiene que asumir su responsabilidad. Es una persona diferente que nos tiene que ayudar a salir de dónde estamos, Pero sabemos que la solución sigue estando del lago de los jugadores, Por tanto, tenemos que apretar", señala el medio centro canterano, que considera que el gran problema del Celta está fuera de casa. "La realidad es que si vemos la temporada en casa tenemos confianza, donde casi no hemos tenido problemas para competir. El problema está fuera. Esperamos que, con la ayuda del míster, seamos también capaces de competir fuera", observa.
El duelo del próximo domingo contra el Granada en Balaídos está marcado en rojo por los capitanes célticos, que consideran impostergable que el equipo vuelva a la senda del triunfo. "Es el partido más inmediato y ganaríamos tres puntos que le sacaríamos a ellos", apunta Jonathan Vila, que espera dar por fin una alegría a la hinchada céltica. "Es un encuentro en el que hay que morder con la ayuda de la afición, que nos está apoyando de un modo increíble, tanto en casa como fuera. En el último partido nos pusieron los pelos de punta. Hay que hacerlo por ellos", añade.
La rivalidad con el conjunto nazarí, verdugo del Celta hace dos años en la fase de ascenso, ha quedado esta vez relegada a un segundo plano, según el zaguero porriñés. "Más que por ánimo de revancha tenemos que darlo todo por sacar los tres puntos. Este partido no se nos puede escapar porque ahí están muchas de nuestras opciones de conseguir la permanencia" resalta.
Mario Bermejo, mientras tanto, evita calificar el duelo ante el Granada de final, pero considera que al Celta le ha llegado la hora de dar la talla. "Quedarían aún trece partidos y, por tanto opciones, pero tenemos que intentar aprovechar el efecto psicológico que supone el cambio de entrenador. Aquí que dar el do de pecho. Ha llegado la hora de que todos demos la cara. No podemos dejarnos nada en el vestuario, si nos ganan tiene que ser porque han sido mejores, pero no porque no hemos tenido una actitud adecuada", argumenta.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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