La estabilidad da crédito al sueño del Celta


RICARDO GROBAS
Al Celta no le ha pasado factura la delicada situación deportiva que le llevó esta semana a ocupar una de las tres plazas de descenso. Rivales directos para conseguir la permanencia comienzan a sentir la crispación de los aficionados y las decisiones drásticas de sus directivas en busca de soluciones. En Vigo, sin embargo, reina la calma. Incluso la afición trata de movilizarse a través de las redes sociales para mostrar su apoyo al equipo en el entrenamiento que esta tarde (17.00 horas) celebra en A Madroa. Aumentan los detractores de Paco Herrera, pero el club dio muestras el martes en A Madroa de que confía en el técnico que llevó al club a Primera tras cinco años en la categoría de plata. Ese es el aval principal del entrenador en el momento de más baja popularidad desde que llegó a Vigo hace dos años y medio.

Lendoiro perdió la paciencia

A Lendoiro le duró poco el efecto Paciencia en el banquillo. La afición empieza a inquietarse y la plantilla blanquiazul muestra las primeras fisuras en una unidad que se hace necesaria para llevar adelante el proyecto. El equipo coruñés ocupa el último lugar de la tabla, con 16 puntos. El deportivismo teme que el descenso ponga en peligro incluso la existencia de la entidad. En Vigo, en cambio, se han solventado los problemas económicos, la directiva de Carlos Mouriño proclama su "confianza ilimitada" en el entrenador y el vestuario mantiene el mismo vigor que demostró durante la campaña del ascenso a Primera. Incluso no ha habido voces discordantes dentro del equipo sobre las críticas de Herrera al "partido más horroroso" de la temporada. En Pamplona, los célticos cayeron a los puestos de descenso por segunda vez en la temporada.Ahora suman 20 puntos, cuatro más que su eterno rival, con el que compartió el ascenso a la máxima categoría hace unos meses.

Crispación en mallorca

El Mallorca, penúltimo clasificado, sigue una línea parecida a la del Deportivo. El club destituyó esta semana a Caparrós y el martes presentó a Gregorio Manzano, que celebró el primer entrenamiento con una bronca de unos aficionados radicales que lo recibieron al grito de "Manzano, vete ya". En el Celta, por el contrario, siguen fieles a Herrera, aunque el extremeño empieza a sumar más detractores. Los planteamientos que el técnico realiza en los partidos como visitante no acaban de gustar a un sector de la afición céltica, que quiere que su equipo apueste por el mismo fútbol de toque que despliega en sus partidos en Balaídos. De los buenos resultados en casa vive por ahora Herrera.

Cambios en los banquillos

Granada y Espanyol, al igual que Deportivo y Mallorca, han agotado el recurso de cambiar de entrenador a mitad de temporada. El presidente del Celta ha llegado a manifestar sus deseos de renovar a Herrera aunque el equipo descendiese. Sin embargo, los resultados llevan a las directivas a tomar decisiones impensables. Le ocurrió a Pochettino en el Espanyol, donde se lloró el cese del técnico argentino.

Apoyo de Túñez desde madrid

El club, la plantilla y la afición del Celta siguen confiando en el proyecto que lidera Herrera. De hecho, Balaídos acogió el domingo a medio millar de aficionados para recibir al último fichaje de invierno: Orellana. Estos días, en las redes sociales se promueve una concentración de seguidores en el entrenamiento que el equipo celebra en A Madroa. Túñez, desde Madrid, enviaba ayer desde Madrid muestras de apoyo al Celta.

Jaime Conde / Faro de Vigo 

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