Mouriño defiende que la reducción de capital fue limpia


JESUS DE ARCOS

La magistrada suplente del juzgado número 4 de instrucción de Vigo tomó ayer declaración al consejo de administración del Celta sobre la querella por estafa y delito societario planteada contra ellos por un grupo sindicado de accionistas, al que pertenecen exjugadores como Placente. Los célticos confían en que la juez archive el caso. Los letrados de los accionistas, en cambio, esperan que el proceso siga adelante y el lunes pedirán nuevas diligencias probatorias.

La historia se remonta al tramo final del proceso concursal en 2009, cuando varios acreedores decidieron convertir la deuda en acciones. Esto se concretó en una ampliación de capital del Celta. Escasos días después la directiva logró la aprobación en asamblea de lo contrario, una reducción de capital, en lo que se conoce como "operación acordeón". Alegaban que el club entraba en causa de disolución.

Esta reducción de capital hizo que las acciones de la sociedad anónima deportiva pasasen de tener de 60 a 10 euros de valor nominal. El grupo que tiene a Placente como cabeza visible (suyos son la mayoría de estos títulos sindicados) entiende que la maniobra constituyó una estafa. Los abogados Pablo Viana y Sergio Sánchez plantearon la demanda, que no fue admitida. Recurrieron y la audiencia provincial ha ordenado la apertura del proceso.

Viana y Sánchez estuvieron presentes ayer en las diligencias. Acudieron los actuales consejeros, con Carlos Mourinho a la cabeza, además de Gabriela Lagos, que dimitió en fecha posterior a los hechos. Declararon Primitivo Ferro, Gabriela Lagos (ambos también ejercieron de letrados), Carlos Mouriño (con Antonio Chaves como abogado) y Ricardo Barros, asesorado por Lagos. La juez estimó que no era necesario interrogar a Antonio Rosendo, Pedro Posada y Carmen Avendaño.

Las declaraciones fueron largas, entre las 10.00 horas y las 14.30 en total. Según las fuentes consultadas, la juez se mostró interesada y participó activamente en el cuestionario.

Mouriño está convencido de que el caso no prosperará. "Se está poniendo en duda el valor de las acciones. Cuando cogimos el club antes del proceso, las acciones no valían nada. Tras el saneamiento es cuando empiezan a tener valor", indica, comparando el valor nominal con el valor de mercado.

"Hemos tenido seis juicios con esta persona (Pablo Viana) y hemos ganado cinco", cuantifica el presidente céltico. "Esperamos también ganar el último que nos queda. Confío en la justicia".

Mouriño refrenda la teoría de la "querella catalana", planteada como presión: "Esta persona está empeñada en que le compremos las acciones y no las vamos a comprar, nos da la lata permanentemente. De este consejo no saldrá ninguna oferta de compra". Argumenta además: "Participamos igual que ellos (en la reducción de capital); si perdieron ellos, perdimos nosotros".

La parte denunciante asegura que los consejeros célticos reconocieron que el valor real de las acciones en 2009 era cero, lo que, a su juicio, demostraría la voluntad de engaño al plantear la conversión como opción en el proceso concursal. Aseguran que la sociedad anónima podría haber emitido una serie especial de acciones por un valor nominal que no se viese afectado por la reducción. Anticipan que probablemente pidan la restitución de los 50 euros de valor perdidos en cada título si el caso prosigue.

Armando Álvarez / Faro de Vigo

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