El riesgo de no arriesgar


RICARDO GROBAS
El Celta arranca este sábado la segunda vuelta del campeonato con el objetivo de alcanzar los 42 puntos que den la salvación, olvidándose de lo que hagan los demás. Paco Herrera hablaba el pasado martes de lograr ocho victorias  para continuar un año más en Primera, pero también podrían valer 7 victorias y 3 empates, o 6 victorias y 6 empates. En definitiva, 24 puntos que eleven la puntuación del Celta a un total de 42 y que sirva para asegurar la continuidad del Celta en la máxima categoría. 

Así pues, los de Herrera tendrán que hacer un esfuerzo extra en la segunda vuelta de la Liga para compensar los 18 puntos que han conseguido en la primera, por debajo del objetivo, y que aún así no le han condenado a las posiciones de descenso, si bien la renta con respecto a sus rivales es muy escasa. Lo hará además muy mermado, ya que a las salidas de Bustos y Joan Tomás, se une la baja de Hugo Mallo, que no podrá jugar hasta la próxima temporada. 

Todo ello, según comentó Herrera el pasado martes en sala de prensa, con el único refuerzo de Demidov más la llegada de otro hombre, que podría ser Orellana, algo a todas luces insuficiente, porque las salidas que se han producido este invierno dejarán al Celta en cuadro a poco que se junte una lesión con una sanción. El Celta estaría precario en muchas posiciones, por ejemplo el lateral derecho, donde Jonny será el único ya que no hay en el filial ningún otro futbolista que convenza a Herrera. Una sanción de Jonny dejaría a Herrera con la obligación de colocar a Bellvís en banda derecha sin un solo recambio en el banquillo. Esto es más peligroso todavía teniendo en cuenta la amenaza de castigo del propio Herrera a Roberto Lago. 

El mediocentro podría ser otra de las preocupaciones de Herrera. Oubiña es el único mediocentro defensivo, y ya sabemos que el capitán sufre lesiones musculares con relativa frecuencia. Hasta el momento estaba Bustos, pero ahora Herrera se tendrá que conformar con poner a Vila, Cabral o Demidov. Asimismo, en punta de ataque parece que falta un goleador, ya que Orellana no lo es, aunque aproveche muy bien sus llegadas al área. En definitiva, afrontar lo que resta de temporada con un solo fichaje parece un riesgo innecesario para un club que se puede permitir afrontar un número determinado de fichas. 

Desconocemos si lo comentado por Herrera es firme o simplemente fue un enfado puntual del técnico, o incluso una teatralización tendente a confundir al personal. Esperemos que así sea y  reine la cordura dentro del club reforzando al equipo como es debido para no lamentarlo luego a final de temporada. Al club y al equipo hay que apoyarlo siempre, pero también hay que exigirle el mismo compromiso que le pedimos a los futbolistas. Ya no estamos en Concursal, estamos en Primera División. 

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