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| RICARDO GROBAS |
«Siempre es bonito marcar en un derbi, en un partido con tanta tensión y estoy muy contento con todo», reconoció ayer el interior diestro del Celta B. El gol no fue plástico, pero sí tremendamente efectivo: «Es un balón que queda suelto y ni lo pensé, tuve la suerte de pasar por allí y meterla para dentro».
Nada más marcar estalló de júbilo y comenzó a llevarse la mano al escudo del Celta en reiteradas ocasiones. El futbolista precisó que era lo habitual. «Es como siempre celebro los goles, casi desde pequeño, no es nada de otro mundo».
Después de salir del Deportivo y con un paso nada agradable por el Albacete, el futbolista se ha reencontrado en Vigo. «Pasé unos años buenos en el Dépor, después fui el Albacete y no tuve la continuidad que yo quisiera, pero en Vigo tengo la confianza de todos y todo el mundo me está tratando muy bien y estamos intentando darle una buena respuesta».
Esa respuesta llega en clave de goles, porque sin jugar como delantero centro ya ha alcanzado la decena de tantos en una sola vuelta. «Desde un primero momento todo el mundo hizo que estuviera a gusto y estoy intentando devolverle esa confianza».
Con respecto al derbi del domingo, destacó el alto ritmo: «En el partido de rivalidad siempre hay mucha intensidad, conseguimos ponernos 2-0 en el marcador y después aguantamos bien».
A nivel colectivo, el Celta B tiene ocho puntos de colchón para asegurar la promoción, pero está a otros tantos del liderato. Por eso la evaluación de David Añón se queda a mitad de camino: «Acaba de comenzar la segunda vuelta y estamos en una posición muy buena, aunque nos gustaría estar más cerca del Racing». El domingo le toca derbi vigués.
Xosé Ramón Castro / La Voz de Galicia
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