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Iago Aspas empieza a perder la paciencia en los partidos. Cada vez tiene menos margen de movimiento y los rivales ahogan su juego y le impiden la salida. Es un jugador peligroso y todos lo saben, por ello la manera más habitual de frenarlo es haciendo falta sobre él. El jugador celeste ha sufrido 49 faltas en la Liga, una de las cifras más elevados, situándose en los puestos de cabeza del ranking de los más acosados.
Este hecho, junto a la falta de gol van mellando su paciencia con el paso de los minutos. No le ayuda que los árbitros parezcan no ver las faltas que contra él se cometen, por lo que sus conversaciones con los colegiados y quejan acaban en cartulina. Hoy no tuvo su día, no anotó, pero entrañó el mismo peligro de siempre pese al asedio al que lo sometió el Málaga.
Faro de Vigo
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