Han pasado cinco años y medio desde la última visita del Real Madrid a Balaídos. En abril de 2007, se impuso 1-2 al Celta bajo el mando de Fabio Capello. Fue la última derrota viguesa de una serie de cinco consecutivas que estuvo precedida por una racha idéntica de victorias. Recuerdos agridulces de un pasado reciente que alejó un lustro celeste en Segunda.
Pocos perduran en uno y otro bando desde la última primavera del Celta en Primera. El capitán Borja Oubiña, recuperado para la causa, en los locales, donde jugaba un Aspas de nombre Jonathan. Hoy, su hermano Iago ejerce de referente para el equipo y la afición. Casillas o Sergio Ramos, entonces sin Mundial ni Eurocopas, ya eran titulares en los visitantes.
En la vigésimo octava jornada de la temporada 2006/2007 –que acabó con el Celta en Segunda–, el Real Madrid logró, gracias a los goles de Van Nistelrooy y Robinho, su quinta victoria consecutiva en Balaídos. El resultado (1-2) fue el mismo que la campaña anterior, cuando otra vez Robinho y su paisano Cicinho invalidaron el tanto de Lequi para los locales.
En el curso 2003/2004, de recuerdo agridulce para un Celta que disputó por primera vez la Liga de Campeones pero acabó descendiendo, también se impuso el Real Madrid (0-2) con los goles de otros dos brasileños, aunque de mayor nivel: Roberto Carlos y Ronaldo. El robusto delantero fue también el autor del gol de la victoria por la mínima (0-1) en el curso 2002/2003, rol de verdugo que en la temporada 2001/2002 ejerció Raúl González para firmar el 0-1 que rompió la victoriosa racha del Celta en sus duelos ante el Real Madrid en Balaídos. Y es que hubo un tiempo, hoy casi utópico, en el que era costumbre que el Real Madrid hincase la rodilla sobre el Lagares. Lo hizo en cinco ocasiones de manera consecutiva. Vlado Gudelj fue el protagonista de la primera, al firmar un 'hat-trick' en la última jornada del curso 1996/97 que aseguró la permanencia del Celta en Primera. Cierto es que el conjunto merengue, que dirigía Capello en su primera etapa, venía a Vigo habiéndose coronado ya campeón de Liga, lo que también sirve para explicar aquel 4-0 en el que además del actual delegado marcó Juan Sánchez.
Aquel equipo era, en cualquier caso, el germen del mejor Celta de la historia, que noqueó una y otra vez al Madrid en tardes para la historia. Desde el 2-1 de la campaña 1997/98 en el que el doblete de Mostovoi resultó definitivo hasta el 3-0 del curso 2000/01, pasando por la inolvidable manita de la temporada 1998/99: un 5-1 con 'hat-trick' de Penev coronado por Karpin y Mostovoi. El 1-0 del ejercicio 1999/2000, con gol de Celades, completa esa serie de cinco encuentros para el recuerdo a la que mañana los pupilos de Herrera tratarán de dar continuidad.
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